2023 será el año de la muerte de los juegos play-to-earn
Los juegos play-to-earn basados en la tecnología blockchain han crecido exponencialmente en los últimos años.
Los jugadores han abrazado la oportunidad de ganar criptomonedas o tokens no fungibles (NFT) que se han producido en juegos basados en blockchain.
Con la llegada de esta nueva tecnología, los jugadores han podido generar ingresos vendiendo NFT in-game o ganando recompensas en criptomonedas, ambas canjeables por dinero corriente.
Por eso, según datos de Absolute Reports, el valor estimado del sector GameFi crecerá hasta los 2,800 millones de dólares en 2028, con una tasa de crecimiento anual compuesto del 20.4% durante el mismo periodo. Pero estas predicciones pueden resultar infundadas.
Dado el ritmo de crecimiento exponencial de los últimos años, uno podría pensar que no hay absolutamente ninguna razón para creer que la tendencia no continuará hasta bien entrado 2023 y más allá. ¿Verdad? Pues no.
Como hemos visto con el ignominioso caso del antiguo rey de las criptomonedas Sam Bankman-Fried y la implosión de FTX, un castillo construido sobre unos endebles cimientos de arena puede ser fácilmente arrasado cuando la marea sube y vuelve a bajar.
O, como le gustaba decir al legendario inversor Warren Buffett: “Sólo cuando baja la marea descubres quién ha estado nadando desnudo”.
Puede que estemos a punto de saber quiénes son esas personas. El hecho es que la industria de los juegos play-to-earn no está construida sobre cimientos firmes. Los cimientos son frágiles y endebles, y esto podría traer problemas en 2023. Todo el edificio parece a punto de venirse abajo.
La estructura del mercado actual de GameFi se centra en los tokens, lo que puede crear una serie de problemas. Los propietarios de los proyectos emiten sus tokens, que llegan a los exchanges, antes de anunciar que van a crear juegos. Los juegos son una utilidad de los tokens que emiten. Así que los tokens vienen primero, y el contenido después. Esta es la razón por la que la calidad y el diseño de los juegos en el espacio blockchain están tan infravalorados.
Se ha creado un entorno en el que los jugadores no están tan interesados en los juegos en sí, lo que resulta extraño para una industria de los juegos. Cada vez más jugadores son, en realidad, inversores que quieren rentabilizar su inversión.
La estructura actual crea el tipo equivocado de incentivos y esta es una de las razones por las que el sistema no funciona como debería. Me atrevería a decir que DeFi Kingdoms, uno de los juegos de blockchain más conocidos, ha jugado con su tokenómica de forma implacable creando incentivos perversos.
A estas alturas, en términos generales, el mercado de tokens se encuentra en una tendencia a la baja y el mercado de operaciones especulativas está muerto. Una industria puede sobrevivir durante cierto tiempo a base de promesas, expectativas y hype injustificado. Pero sólo puede hacerlo durante cierto tiempo. Con el tiempo, la gente empieza a darse cuenta de que no ha recibido lo que se le prometió. La paciencia empieza a agotarse. Se enfadan, se frustran y empiezan a salir. Esto empieza como un goteo de los jugadores más veteranos, pero pronto puede convertirse en una avalancha.
Aquellos que hayan planeado obtener fondos mediante la cotización de sus tokens tendrán que replanteárselo. Muchos se verán obligados a cerrar sus proyectos por falta de fondos. La situación se está agravando hasta el punto de que incluso los hasta ahora optimistas inversores de capital riesgo en criptomonedas están poniendo en pausa sus nuevas inversiones.
¿Quién sobrevivirá a esta sequía de inversiones? Parece poco probable que GameFi lo haga. Sin embargo, otros juegos blockchain podrían hacerlo.
Un ejemplo es el operador de ligas de fútbol de fantasía basado en NFT y nativo de la red Ethereum, Sorare, que se ha convertido en un unicornio de la Web 3.0. Mientras muchos de sus competidores pasan apuros, Sorare sigue aumentando sus usuarios e ingresos en los momentos más oscuros. Su volumen diario de subastas es impresionante, en torno a 300-400 Ether, y el número de usuarios sigue aumentando.
Aunque su back-end se basa en blockchain, los usuarios no lo perciben como un proyecto GameFi. No proporcionan sus tokens nativos, pero sí su contenido primero en Ethereum, que parece ser el camino a seguir para la industria en general.
Puede que GameFi muera en 2023, pero eso no significa que todo esté perdido. La muerte es una parte necesaria de la evolución. De ella puede que ya esté empezando a surgir una nueva vida.