Alonso Ruizpalacios presenta su nueva película “La Cocina”
La Cocina es una obra de teatro popular del dramaturgo Arnold Wesker que en 1961 fue llevada a la pantalla grande. En la actualidad, bajo la dirección del mexicano Alonso Ruizpalacios, llega una nueva adaptación de este proyecto, con altas expectativas y llena de talentos internacionales que promete mucho para los amantes del séptimo arte.
Respaldada con apoyo de una compañía norteamericana y un productor sueco, “La Cocina” se desarrolla en un restaurante de Times Square, Nueva York donde trabajan indocumentados mexicanos y de varias nacionalidades.
Migración, aborto y la eterna búsqueda del “sueño americano” fueron los ingredientes con los que el director mexicano Alonso Ruizpalacios preparó “La Cocina”, una cinta que retrata dos de los temas más divisivos de la sociedad estadounidense desde el microcosmos de un restaurante.
Protagonizada por Rooney Mara y el mexicano Raúl Briones, la película es un tenso drama, en parte claustrofóbico y a ratos esperanzador, que llega justo cuando los ánimos en el país están caldeados de cara a las presidenciales del 5 de noviembre, con la migración y el aborto en el centro del debate.
Ruizpalacios espera que su obra, que va a los cines estadounidenses tras su estreno este viernes en Los Ángeles, aporte a la discusión de temas tan polarizantes e intrínsecos al tejido social estadounidense.
El director de 46 años cocinó a fuego lento durante dos décadas el proyecto que debutó en el Festival Internacional de Cine de Berlín en febrero.
Inspirado por su experiencia como mesero y lavaplatos en un restaurante de Londres durante sus años de estudiante, y tomando como punto de partida la obra homónima de 1957 de Arnold Wesker, Ruizpalacios confeccionó su trama mucho más enfocado en el asunto migratorio y en esa ilusión del progreso a través del trabajo duro.
“Las cocinas son realmente ese crisol de culturas, son lugares que naturalmente atraen a gente de todas las nacionalidades”, comentó.
“También son lugares donde la presión es muy, muy alta, y eso tiende a resaltar las fricciones entre culturas. Salen cosas a veces muy dolorosas, y también a veces ocasionalmente esperanzadoras”.
La historia transcurre en la cocina de un masivo restaurante en el agitado Times Square de Nueva York. Una verdadera torre de Babel en la que el lenguaje común son las órdenes y los sueños.
Allí, entre pechugas de pollo y langostas, el inmigrante indocumentado Pedro (Briones) calienta en baño María su amor por Julia (Mara), una mesera estadounidense que le corresponde parcialmente.
Pedro, quien dejó México en busca del sueño americano, anhela un futuro idílico junto a la embarazada mesera, en tanto que Julia, con los pies en la tierra, se debate entre abortar ese bebé que espera.
Todo esto bajo el ritmo frenético de la cocina en la que los incesantes pedidos no esperan por los problemas de nadie.
“Yo quería que se viera a las personas que hay detrás de las puertas cerradas de las cocinas”, comentó el director.
“Detrás de esas puertas hay personas que tienen familias, que tienen sueños y que trabajan muy duro y por muy poco dinero”.
El largometraje se verá por primera vez en la 73 edición del Festival Internacional de Cine de Berlín, a realizarse del 15 al 25 de febrero. Grabada en la Ciudad de México y Nueva York, la película forma parte de la selección oficial en competencia.
Ruizpalacios agregó textura a su filme al mostrar también el lado oscuro de sus protagonistas.
“Muchas veces en estas películas, en aras de hacer al norteamericano que observe su propio racismo, sus prejuicios, etcétera, simplificamos al otro y lo convertimos en un santo y no me interesaba eso”, dijo.
“También es gente compleja, con contradicciones”.
Su elección de rodar en blanco y negro, señaló, fue para no amarrar la película a ninguna época.
“Hay algo de atemporal en esta historia”, apuntójo. “Wesker la escribió en 1957 y sigue siendo vigente 70 años después”.
Ambientada íntegramente en la cocina de un gran restaurante de Nueva York, “La cocina” es una proeza extremadamente bien elaborada que expresa la visión de Ruizpalacios de una sociedad multicultural.
La actriz estadounidense Rooney Mara y el mexicano Raúl Briones protagonizan “La Cocina”, además de la intervención complementaria de Sandra Cabriada. El trío de artistas crean una gran química en el set, demostrando talento y realismo en las situaciones de la trama.
Reconocido como una de las voces más particulares, ingeniosas y talentosas del cine mexicano contemporáneo, Ruizpalacios mencionó que él mismo se encargó de hacer gran parte de la investigación para levantar el guion de “La Cocina”.
La representación de indocumentados en Estados Unidos en el cine es un tema crucial que ha evolucionado a lo largo de los años, reflejando la complejidad de la migración y sus impactos en la sociedad. A través de diversas películas, el séptimo arte ha explorado las vidas, experiencias, desafíos y contribuciones de muchas personas en busca de mejores oportunidades de vida.
“La cocina” busca expresar una visión de una sociedad multicultural en un micrositio, como lo es un restaurante. Mezclando documental y ficción, al igual que realismo, escenas oníricas, comedia y tragedia, el director explora distintas vertientes para entregarnos una cinta compleja y profunda.
Una curiosidad del filme es que originalmente “La cocina” habría sido la ópera prima de Ruizpalacios, pero por su costo optó por otras historias y fue cuando realizó “Güeros”, a la postre ganadora de más de 20 premios.
Rodada en blanco y negro con una cuidada fotografía y una puesta en escena dinámica, la historia es una obra que explora las tensiones, los sueños y las contradicciones de los migrantes en la gran manzana.
Desde una perspectiva crítica, “La cocina” es una de las representaciones cinematográficas que ofrecen una oportunidad valiosa para reflexionar sobre la realidad de los indocumentados en Estados Unidos y, a través de las emociones de los personajes, explorar la condición humana desde una perspectiva política, social y cultural.
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