Así evolucionaron los consumidores durante este año
Algo que el mundo ha aprendido en los últimos tres años es que el cambio es la única constante. Entender dónde se sitúa el consumidor actual, cuáles son las necesidades y tendencias que cada generación está buscando frente a momentos de gran disrupción y cómo las marcas se pueden adaptar a estos momentos de transformación acelerada ha llevado al equipo de Estrategia de la agencia regional independiente de comunicación Another a investigar y mapear los comportamientos y actitudes ante nuevas formas de desarrollo cultural que el consumidor de hoy tiene frente a sí.
Las expectativas para el cambio de pensamiento y discursos crecieron entre el 2019 y 2020, donde movimientos sociales como el feminismo, la lucha por la inclusión, movimientos a favor de la sustentabilidad y frenar el cambio climático mostraban cómo las marcas no podían quedarse atrás, y dentro de la construcción de cambio, empezaron a adaptarse para lograr una reconstrucción total.
La resiliencia y la adaptabilidad se manifestaron en 2021, obligando a los consumidores a renunciar al control y aceptar la ambigüedad de estar frente a escenarios fuera de su alcance. Este año, los consumidores están retomando las riendas del camino a seguir basándose en sus pasiones y valores. El proceso de reajuste para el consumidor se logrará hasta finales del 2024, pero estos cambios se pueden ir dibujando desde etapas tempranas como el año en curso y el 2023.
“El consumidor está buscando una nueva era de conexión, donde la colaboración y el cuidado colectivo formen parte de un planteamiento de los ciudadanos que se consideran a sí mismos como consumidores conscientes, responsables y auténticos. Las emociones del consumidor han cambiado, una característica del consumidor del futuro se basa en desarrollar nuevamente este poder de asombro y fascinación ante lo que existe en el exterior“, afirma Mariana Carreón, directora de Estrategia en Another.
El consumidor online perfila tendencias dominantes frente a su nuevo comportamiento, para poder entender de manera cualitativa cómo es el reflejo del consumidor online dentro del desarrollo actual de la compra, pero también es importante retomar el comportamiento offline y cómo el mundo se está configurando ante nuevas formas de unión para el consumo.
El concepto de “programa de lealtad” está en proceso de cambio. La noción de lo que significa ser leal y cómo sugerir ciertas recompensas a esa lealtad está evolucionando. Al mismo tiempo, los consumidores tienen más conocimientos digitales, lo que genera mayores expectativas. Existe un mayor volumen y variedad de datos que las empresas pueden utilizar no solo para ser más personales, sino también más predictivos.
El comercio electrónico se ha convertido en el principal canal de compras para muchos a raíz de la pandemia. Al mismo tiempo, este cambio de canal ha generado preocupaciones ambientales, en medio de una creciente urgencia por la acción climática. Con las expectativas de los consumidores que cambian rápidamente y las normas más estrictas la regulación que se avecina, una transición hacia el comercio electrónico sostenible parece inevitable.
Las tecnologías de comercio virtual tienen el potencial de llevar las compras online al siguiente nivel.
Las crisis económicas son periodos de ‘destrucción creativa’, en los que surgen nuevas ideas y formas de hacer negocios. Estas crisis nos han llevado a lo que hoy se conoce como en un mundo interconectado, que por consiguiente ha dado pie al metaverso, al boom de las criptomonedas y su uso, pero más allá del significado literal de estos conceptos o cómo usarlas… ¿Qué es lo que está detrás de los consumidores de esta tendencia?
El consumidor no está buscando que todas las marcas se involucren en estas tendencias, al contrario, está buscando quién lo hace mejor y a quién sí le corresponde este terreno. No todas las empresas serán líderes de la metaeconomía, pero todas pueden participar en este espacio.
Para 2024, las marcas necesitarán de una meta estrategia sólida, que puede consistir en habilitar souvenirs digitales dentro de un programa de fidelización, crear productos digitales para avatares online o invertir en tecnología háptica.
Frente a una economía cambiante en tiempos de conflicto (una pandemia y la constante preocupación de una guerra en puerta), las transformaciones inmediatas en la forma de consumo se avecinan, incluso ya se ven los primeros indicios de la provocación económica que deja paso a crisis monetarias, y por consiguiente preocupa a los consumidores, guiando su foco de atención a compras básicas y de supervivencia.