Busca “Cuidado con lo que deseas” conquistar la taquilla mexicana

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Agencias / Ciudad de México.- Tres lustros hace que se estrenó Club Eutanasia (México, 2005), comedia negra en torno a la muerte forzosamente asistida de unos cuantos ancianos hambrientos y un inmoral plan de sobrevivencia en un asilo súbitamente empobrecido, con un elenco que reunía a viejas glorias del cine mexicano, como Rosita Quintana, Lorenzo de Rodas, Magda Guzmán, Eduardo Manzano Polivoz, Xavier López Chabelo y Ofelia Medina.

Varios años pasaron para que de Agustín Oso Tapia filmara su segundo largometraje de ficción, la película de terror, suspenso y traiciones entreveradas, Cuidado con lo que  deseas (México, 2020), que presenta el gran despliegue de recursos digitales de un títere de guante con animación cgi, música de Daniel Hidalgo interpretada por una orquesta de Macedonia, empleo de drones, cámaras digitales de gran latitud, así como efectos especiales gracias a un software y programadores cada vez más accesibles en el país.

Hace ya una década que el realizador emprendió la escritura de este relato, que combina múltiples géneros y elementos, desde el muñeco que cobra vida —el arlequín mudo Hellequin (voz de José Sefami y Valery Sais) de garganta cercenada—, la cabaña en el bosque —una fastuosa residencia en el lago artificial de Valle de Bravo—, un par de cazadores más hoscos que amenazantes, y vueltas de tuercas constantes en torno a la traición, el engaño, el homicidio intelectual y físico, la pasión y la competencia filial.

Durante esos 10 años, el proyecto encontró trabas, no sólo debido a las citadas cuestiones técnicas, sino a la reticencia de inversionistas y productores sobre este plan fantástico. Muchos empresarios a los que la productora ejecutiva, Beatriz Bouras, solicitaba un crédito sobre el impuesto sobre la renta, el cual exige el Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional, manifestaron reparos ante el personaje de Pamela (la debutante Valery Sais), niña que hace y atestigua hechos terribles. “No les parecía moral o constructivo, sino escabroso, y eso dificultó un poco filmarla”, recuerda.

Sin embargo, los criterios se fueron abriendo poco a poco al paso de los años, y Bouras consiguió el respaldo de Inbursa y de Cinépolis.

El estreno de la cinta estaba previsto para el 24 de abril, pero se encontró con la crisis sanitaria, que hizo posponer todos los planes. Fue hasta ahora que llegó a la cartelera mexicana, el pasado jueves 20 de agosto, mediante Cinépolis Distribución, en 833 salas, con clasificación B15.

“Es como lanzar una moneda al aire. Hay pros y contras de estrenar en circunstancias tan particulares: somos parte de la punta de lanza para que la gente regrese al cine, pero también nos arriesgamos a que el público tenga confianza o quiera ir. Creo que puede funcionar como catarsis o una especie de escape a esta situación terrorífica que estamos viviendo porque las noticias diarias ya nos dejaron atrás a todos los escritores y cineastas”, afirma el realizador.

Filmada en la Ciudad de México y en Valle de Bravo, Cuidado con lo que deseas está protagonizada por Fernanda Castillo (Nuria), quien aceptó entrar al proyecto que mezcla géneros como terror sobrenatural, crimen, cine negro y drama, pues nunca había hecho una cinta de este tipo y le implicaba salir de su “zona de confort” para a transitar otros territorios y tonos. “Ella es muy inteligente y está consciente de que hay que ser versátil y abrirse a este otro tipo de propuestas”, explica Tapia, quien dedicó ese largo lapso de su carrera, a la televisión, dirigiendo capítulos de Los héroes del norte y apostando por series de terror que nunca se consolidaron.

La película plantea el permanente riesgo de desequilibrio ético y moral que existe en los seres humanos, y al cineasta le pareció óptimo representarlo en una familia aparentemente perfecta, cuyos integrantes son ricos, guapos y exitosos, para presenciar cómo su perfección, atractivo y pulcritud, de pronto se van carcomiendo y convirtiendo en algo perturbador y oscuro.

“Digamos que es una especie de alegoría de cómo los seres humanos nunca llegamos a tener una identidad moral absoluta, pues siempre estamos en riesgo de cambiarla, por deseo sexual, dinero, envidia, trauma o sentimientos de inferioridad; estamos a merced de fuerzas que nos pueden llevar a cometer cosas horribles en el momento que menos pensamos y que nos sorprenden. Todas mis historias siempre tienen, como fondo, ese piso resbaladizo por donde caminamos las personas”, finaliza.

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