Cierra temporalmente la desarrolladora The Chinese Room
The Chinese Room, estudio británico mejor conocido por su trabajo en títulos como Dear Esther y Everybody’s Gone to the Rapture, despidió a la mayoría de sus empleados y pasará un tiempo sin lanzar nuevos proyectos. Lo anterior, después de crecientes tensiones financieras y otros problemas.
El desarrollador de Everybody’s Gone to the Rapture, The Chinese Room, detuvo temporalmente sus proyectos y despidió a la mayoría de su staff. En una publicación dentro del blog de la compañía, Dan Pinchbeck –co-fundador del estudio– explicó esta decisión:
“La situación –entre presiones financieras, intentar mantener al equipo, el estrés de desarrollo y problemas de salud– ya no era algo sostenible. Era momento de tomarnos un respiro, recargar, recuperarnos y pensar en el futuro”.
Sólo Pinchbeck, la co-fundadora Jessica Curry y el diseñador Andrew Crawshaw seguirán siendo parte de la empresa, la cual cerrará temporalmente.
“Así que dejamos ir a nuestro equipo. Las despedidas nunca son placenteras, particularmente cuando todos estábamos detrás de un videojuego”.
Al momento de los despidos, la compañía estaba terminando el desarrollo de su último proyecto, un título de VR llamado So Let Us Melt. Pinchbeck aún quiere terminar dos juegos que se encuentran en una etapa temprana de desarrollo, Little Orpheus y un RPG de survival horror, 13th Interior. Es importante señalar que esto no significa el final de The Chinese Room, y Pinchbeck lo describe como “el cierre de un capítulo”. Así pues, la compañía seguirá vendiendo mercancía de sus proyectos.
“Seguimos haciendo The 13th Interior ―Andrew [Crawshaw], Jessica [Curry] y yo seguiremos trabajando en esto hasta que listo para que trabaje en él un equipo completo― y tenemos planes (y financiamiento) para tener un periodo de prototipo de Little Orpheus a finales de año. Así que seguiremos en esto, sólo que por el momento no seremos un equipo de desarrollo completamente activo”, explicó.
En una entrevista con Eurogamer, el creativo profundizó más en los problemas del estudio, explicando que el poco personal provocó que los desarrolladores sufrieran de muchos estrés y enfermedades para terminar el juego.
“Los líderes se rompieron. El director de arte. El programador líder. El diseñador líder. Jess y yo. La mayor parte del equipo se mantuvo igual. Ellos continuaron con, ‘bueno, trabajamos hasta las siete’. Nosotros pensábamos que eso no era romperse. Aún así, no sufrieron tanto. No iban los fines de semana. Toda la presión se acumuló en las cabezas”.
Pinchbeck termina la publicación solicitando por paciencia, asegurando a los fanáticos que esto es sólo “el fin de un capítulo”, ya que los miembros restantes del estudio decidirán el próximo paso.
“Vamos a seguir por aquí, pero no activos por completo”, añaden. “Para resumir: las presiones financieras para mantener el equipo, el estrés de estar en los últimos meses de un desarrollo y los problemas de salud eran situaciones que no se podían sostener más”, especifican en el comunicado.
Por último, Pinchbeck dejó claro que buscarán una estructura donde él y Curry puedan enfocarse en tareas creativas en lugar de tener roles administrativos.
“Estamos tomando tiempo para descubrir una manera en la que seamos creativos y no directivos. Se trata de un trabajo y un conjunto de habilidades diferente y muchas personas lo hacen muy bien y aman hacerlo. Pero no es para nosotros”, finalizó.
Algo sí es seguro, el simulador de movimiento –inventado por la empresa– ya no está dentro de las prioridades de los desarrolladores. Pinchbeck fue claro: “terminamos con los simuladores de movimiento y cosas de historia”.
Lo que suceda tras este periodo de desconexión está todavía por ver. El estudio se tomará este periodo como una forma para refrescar sus propias ideas e iniciar nuevas etapas profesionales en el futuro.
The Chinese Room tuvo un gran éxito con Dear Esther, lo que los llevó a crear Everybody’s Gone to the Rapture, así como Amnesia: A Machine for Pigs.
En 2015, Jessica Curry se retiró un tiempo de la empresa debido a enfermedad y abuso sexista durante el desarrollo de Everybody’s Gone to the Rapture.
Fuente: The Chinese Room.