Cinco diferencias entre los gamers de antes y los de ahora
El 29 de agosto es un día sagrado para los gamers. Es el Día Mundial del Videojuego, cuando celebramos nuestra capacidad de presionar botones y hacer combinaciones de teclas a velocidades supersónicas. En serio, los videojuegos son más que un entretenimiento pasajero; son una forma de expresión artística y creativa que involucra música, narrativa, diseño y tecnología.
Aunque esta fecha recién nació en 2008, se podría decir que los gamers existen desde que Josef Kates inventó el “Bertie the Brain” en los 50. En estos más de 70 años las cosas han cambiado mucho y los videojugadores evolucionaron a medida que el mundo cambió. Esperamos que esto no reviva la eterna discusión de “en mis tiempos todo era mejor”, pero enlistamos algunas diferencias entre los jugadores de la vieja escuela y los más jóvenes.
1.- Mentalizado para lo imposible. ¿Cuántos vídeos existen en YouTube de personas celebrando haber terminado uno de los títulos de la saga Dark Souls? Sin embargo, el nivel de dificultad de los juegos ha ido bajando con el paso de los años. Los jugadores de antaño se enfrentaban a retos dignos de los dioses y estaban preparados para todo.
Saltar obstáculos requería la precisión de un cirujano y guardar el progreso de una partida implicaba recordar más códigos alfanuméricos de los que un ser humano podía retener. Juegos como Ghosts’n Goblins o Ninja Gaiden volverían loco incluso al propio Hidetaka Miyazaki.
2.- No perdamos tiempo. Los viejos lobos de mar se reunían en las salas de arcade, intercambiaban trucos y se retaban en duelos cara a cara, o bien se ponían de acuerdo para visitar la casa de quien tuviera el juego más nuevo. ¡Pero hey! Estamos en 2023 y las retas ahora se libran en el campo de batalla en línea.
Los jugadores modernos se conectan vía internet, hablan a través de audífonos y disfrutan haciendo añicos a oponentes desconocidos que están a miles de kilómetros de distancia. ¿Quién necesita contacto humano cuando puedes enviar el emoji del fuego y mensajes de voz pasivo-agresivos mientras ganas una partida?
3.- El conocimiento es poder. En la “época medieval” de los videojuegos, para encontrar información sobre la industria había que esperar a las revistas mensuales o a las noticias de un gran evento. Para los jugadores de la era digital, es tan fácil como descargar Opera GX, el único navegador de juegos del mundo, y consultar GX Corner, una sección que contiene noticias, un calendario de lanzamientos de juegos y ofertas, todo en un solo lugar. Además, este innovador navegador está hecho a medida para cualquier jugador, sea del pasado o del presente.
4.- El maldito DLC. Cuentan las malas lenguas que un juego completo cabía en un solo disco. Hoy en día, comprar un juego es como entablar una relación a largo plazo: te comprometes a recibir actualizaciones, ampliaciones y contenido descargable. Si el juego no se actualiza, quedará tan obsoleto como una carta de amor escrita con una pluma. La diferencia es que antes los gamers disfrutaban de un videojuego hasta la última gota, desbloqueando todos los secretos sin tener que pagar ni un centavo más.
5.- Mis logros son eternos. Los gamers de la era de los 8 o 16 bits presumen las historias de sus años dorados como si hubieran batido cientos de récords Guinness. Pero no hay nada que lo demuestre. Por otro lado, los jugadores actuales tienen mil formas de demostrar que son los mejores, incluso los propios juegos tienen un sistema de logros que quedará para siempre en la nube. Por si fuera poco, los streamings ayudan a dejar un registro documentado de sus mejores momentos.
De todos modos, celebremos todas las diferencias entre los jugadores antiguos y los más bebés, pero sobre todo festejemos las similitudes. En especial, si una de esas semejanzas es definir Opera GX como el navegador gamer definitivo, que hasta la fecha ha unido a más de 22 millones de videojugadores. Porque al fin y al cabo a todos nos une la pasión de escapar un rato de la realidad y perdernos en mundos digitales, ya sean con gráficos de 8 o de 8000 bits. ¡Feliz Día Mundial del Videojuego!