Demanda hija de Stan Lee a ex agente
Joan Celia Lee, hija del dibujante Stan Lee, presentó una demanda contra Max Anderson, un ex agente del famoso, alegando que lo usó para ganar dinero con sus presentaciones en convenciones, reportó TMZ.
Joan dijo que Anderson gestionó las recaudaciones de eventos a los que su padre asistió para firmar autógrafos sin ser realmente un representante, ya que firmó que era un guardia de seguridad de una Comic-Con que complotó para sacar ventaja.
Según los documentos legales, el mánager le dio al creador de Marvel Comics varios contratos para firmar, a pesar de que sabía que no podía leer ni entender nada de lo que estaba firmando, y de que sufría de una degeneración severa de la vista.
La demandante agregó que el hombre presionó físicamente a su progenitor para que le diera control total de sus negocios, y que hay varios testigos de estos sucesos, entre ellos guardias de seguridad y choferes.
Afirmó, además, que Anderson robó mucho dinero en efectivo al famoso mientras lo llevaba a convenciones, y en los ejemplos mencionó una aparición en la Ciudad de México.
Dijo que el hombre llevó hasta el cansancio a su padre al hacerlo firmar y autenticar cientos de artículos, y que esa sesión dejó a la celebridad con la incapacidad de caminar o hablar durante un tiempo y sin ver ninguno de los ingresos.
Joan manifestó que piensa que Anderson conspiraba con una de las enfermeras de Stan y otra de sus empleadas para llevar a cabo sus acciones, por lo que demandó a su vez a las dos mujeres presuntamente implicadas por abuso de mayores, incumplimiento de contrato y robo.
“Cualquiera que amara a mi padre y respetara su trabajo debería ver a Max Anderson como lo hacemos nosotros. Mi padre era un hombre cariñoso y de confianza. Era todo amor. Nunca debería haber estado en negocios con un hombre como Max Anderson”, declaró Joan.
Kirk E. Schenck, abogado de la herencia del dibujante, dijo que el maltrato a las personas mayores se está volviendo muy común, especialmente el que implica a personas con alto patrimonio y con carreras sofisticadas.
“Los abusadores de ancianos usan una aplicación sistemática de miedo y alienación para enmascararse sus mentiras y sus errores financieros”, agregó Schneck.