El cineasta mexicano que no necesitó millones para triunfar en Cannes

Miguel del Toro Flatow, un joven realizador chiapaneco, recibió un importante premio en Cannes con su primera película, que tiene un mensaje de optimismo y esperanza.
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Algunas veces las historias de la farándula no tienen que ver tanto con el chisme, la tragedia, la sordidez o el escándalo, sino también pueden tener un gran componente de entusiasmo, e incluso de sueños. Ese es el caso de Miguel del Toro Flatow, nacido en Chiapas, cuya ópera prima, realizada de manera digital con un iPhone 11 lo ha llevado a participar y ganar un premio en el World Cinema en Cannes, uno de los festivales que se realizan en el sur de Francia bajo el cobijo del célebre Festival de Cine de Cannes — aunque hay que aclarar que no se trata de la edición principal del mismo, sino uno de los varios encuentros alternos que la institución realiza para estimular y promover nuevos talentos.

‘Va por Diego’, originalmente titulada ‘5segundos’, es la primera película de largometraje dirigida por el joven mexicano, quien obtuvo el primer lugar en el evento antes citado en la categoría de mejor película filmada con un celular, una técnica innovadora que ha resultado en un resurgimiento de lo que se conocía como “cinema guerrilla” en los años 60, que preferían cineastas como Jean-Luc Godard en Francia o Brian de Palma en EEUU; de este modo se pueden aprovechar los recursos al máximo y las películas tienen una mayor sensación de inmediatez.

En ‘Va por Diego’ su director y guionista cuenta la historia de Diego, un chico que es víctima de un atropellamiento, con un conductor que se da a la fuga. Siendo de escasos recursos, su familia no puede pagar las cirugías que se requieren para salvarle la vida. Pablo (Luis Guillén), el hermano mayor de Diego, forma un equipo de fútbol y participa en un torneo el cual le otorga al ganador un premio de 100 mil pesos y salvar la vida de su hermano. En la película tiene una participación especial Luis Hernández, el famoso exfutbolista y seleccionado mexicano también conocido como “El Matador”, interpretando a una versión imaginaria de sí mismo.

Este proyecto, que le tomó varios años para poder realizarse a Del Toro, que también ha dirigido cortometrajes como ‘La Hoguera’ (2011), y participó como actor en la película estadounidense ‘Keep The Lights On’ en 2012, contó exclusivamente con apoyo particular y de la iniciativa privada, empresas que creyeron en su proyecto y aportaron todas las facilidades para que el cineasta de Tuxtla Gutiérrez, donde estudió en el Tecnológico de Monterrey, estudió Cine y Literatura en una universidad de Kenyon en Ohio e hizo una maestría en la Escuela de Cine de Nueva York.

Ahora bien, para Miguel el arte no es un capricho ni una improvisación ya que le viene de familia: su abuelo, Miguel Álvarez del Toro, es todo un referente ambientalista en Chiapas, recibió alrededor de 30 premios y condecoraciones, entre ellas fue en 1952 recibió el “Premio Chiapas”, otorgado por el Gobierno del Estado por su contribución al conocimiento de los animales silvestres y en 1980 el Gobierno del Estado de Chiapas determinó que el parque zoológico del Instituto de Historia Natural llevara por nombre “Zoológico Regional Miguel Alvarez del Toro”, ahora conocido como ZOOMAT.

Mientras tanto, su padre, Federico Alvarez del Toro es un reconocido músico, que empezó sus estudios de guitarra en 1971 con Guillermo Flores y en 1977 asistió a clases con Leo Brouwer. Realizó cursos de composición en la Escuela Nacional de Música de la UNAM y en el Conservatorio Nacional de Música, estudiando con el aclamado maestro Eduardo Mata y con Rodolfo Halffter.

Optimista, alegre, con ojos bien puestos en el futuro, Miguel del Toro es más que solo una promesa juvenil: es un creador que está abriendo puertas y poco a poco se va consolidando, no solo en México sino en el escenario internacional.

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