El cómic ‘Rompenieves’ predijo el cambio climático y el coronavirus

Un clásico del cómic europeo de Lob, Rochette y Legrand, que Bong Joon-Ho llevó al cine.
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Hollywood ha descubierto a Bong Joon-Ho gracias a Parásitos, la mejor película de 2020 con la que arrasó en los últimos Oscar. Pero no olvidemos que el director tiene una larga trayectoria con títulos imprescindibles como Memories of murder (2003), The Host (2006) o Mother (2009). Y su única incursión en Hollywood, Snowpiercer (2013), fue una estupenda película, que fracasó en taquilla, basada en un cómic europeo mítico: Snowpiercer (Rompenieves), del guionista Jacques Lob y los dibujantes Jean-Marc Rochette y Benjamin Legrand, que Norma ha reeditado reuniendo, en un solo volumen, los tres tomos de la serie original.

Este año también se estrenará una esperada serie sobre el cómic protagonizada por un reparto de lujo que incluye a Daveed Diggs y Jennifer Connelly. Y entre cuyos productores figura el propio Bong Joon-Ho, que está fascinado por la historia desde que descubrió el cómic.

Un tebeo que ¡en 1982!, como os contamos más abajo, predijo temas como el cambio climático o pandemias como el coronavirus.

Una obra maestra publicada de los ochenta y noventa

Considerado uno de los grandes clásicos del cómic de ciencia ficción, Snowpiercer se publicó en 1982. Y partía de una sencilla premisa: en un mundo post-apocalíptico donde el planeta ha sido cubierto por el hielo, un tren circula sin parar. Un tren que arrastra mil y un vagones organizados de forma jerárquica, de manera que en la primera clase viajan los ricos y los más pobres están en los vagones de cola. Separados, eso sí, por un vagón donde viaja el ejército, para que mantenga el estatus establecido.

Jacques Lob quería contar una historia “dura, amarga y axfisiante” y lo conseguía con esta metáfora de la lucha de clases (que tanto fascinó a Bong Joon-Ho y que tanto ha influido en Parásitos). De esa forma de los vagones de primera clase tienen de todo mientras que los de los últimos viven hacinados y sin ningún tipo de higiene. carecen incluso de comida, por lo que algunos se han convertido en caníbales.

El protagonista de la historia es uno de los pasajeros de esos vagones de cola, que intenta huir a los vagones delanteros y es detenido por los militares, que le ponen inmediatamente en cuarentena. Pero una pasajera de primera clase se interesa por él y por la situación que están viviendo los “colistas” (llaman así a los pasajeros de los últimos vagones). Comienza así una apasionante lucha por la supervivencia y por ir avanzando hacia los vagones de primera clase, en esa apasionante metáfora de la lucha de clases.

Un cómic que se adelantó al cambio climático o las pandemias

Entre las cosas que más nos sorprenden del cómic es que se adelantaba a muchos problemas actuales. Los más evidentes  son las guerras y el cambio climático, ya que la historia comienza con una guerra en la que uno de los bandos utiliza un arma climática que hace que el planeta Tierra quede cubierto por una capa de hielo permanente y la temperatura sobre la superficie sea de 83 grados bajo cero, con lo que es imposible sobrevivir en el exterior.

Pero los mismos que desarrollaron ese arma también crearon este tren que recorre eternamente la superficie y que se retroalimenta de energía con su propio movimiento, con lo que puede funcionar durante décadas (energías renovables).

Además, en el primer tomo se adelanta la posibilidad de una epidemia en el tren (debido a las paupérrimas condiciones de salubridad y alimentación de los pasajeros de los vagones de cola) lo que sería un desastre en ese espacio cerrado (ya que sería casi imposible parar una epidemia).

Los ricos de los vagones preferentes también usan la posibilidad de epidemia para mantener a raya a los colistas. No los dejan cambiar a los vagones superiores y cuando alguno escapa lo someten a cuarentena y lo devuelven a su lugar e incluso lo matan.

Teniendo en cuenta que el cómic se publicó en 1982, ¡hace 38 años!, o sus autores eran unos visionarios o todos sabíamos ya lo que se nos venía encima y mrábamos hacia otro lado.

Tres grandes autores

Destacar a los tres grandes autores que se ocupan del cómic, empezando por el guionista Jacques Lob (1932-1990), que escribió un guion trepidante pero que nos hablaba de grandes temas, como la lucha de clases o la convivencia, por lo que nunca pasará de moda. Y creó a unos personajes inolvidables.

Su muerte hizo que los dos siguientes tomos de la trilogía (1989-1990) contaran fueran escritos por Benjamin Legrand, otro gran guionista que compaginó el cine con el cómic y los dibujos animados, antes de decantarse por la carrera de escritor.

Jean-Marc Rochette es el encargado de trasladar a imágenes este mundo helado y el tren que lo recorre como un cuchillo. Un gran dibujante de cómics, ilustrador y pintor que ha colaborado con los mejores guionistas europeos y que también realizó ilustraciones y dibujos para la adaptación cinematográfica de Snowpiercer, por expreso deseo del propio, Bong Joon-Ho, que es un gran fan de su trabajo.

Unas ilustraciones que se incluyen en el epílogo del libro donde el mítico guionista Jean-Pierre Dionnet nos comenta curiosidades sobre el cómic, la película e incluso la futura serie.

Un clásico imperecedero del cómic que podemos disfrutar, por primera vez, en una edición integral.

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