El controvertido uso de programas para controlar a los empleados de empresas chinas
Agencias / TeraGames, CIUDAD DE MÉXICO .- Varias compañías tecnológicas chinas utilizan el software de vigilancia DiSanZhiYan (o Tercer ojo) para monitorear todas las acciones de los empleados durante su trabajo para mejorar la productividad, pero al mismo tiempo este tipo de control provoca estrés y agotamiento, informa Nikkei Asia.
Andy Wang, ingeniero informático en una compañía de videojuegos con sede en Shanghái, comentó al medio de comunicación que este sistema de vigilancia fue instalado en las computadoras de cada colega de su empresa para rastrear sus pantallas en tiempo real, grabando sus chats, su actividad de navegación y cada edición de documentos que se hace.
El software también marca automáticamente un ‘comportamiento sospechoso’, como la visita a sitios web de búsqueda de empleo o plataformas de transmisión de video. Los informes de eficiencia de trabajadores se generan semanalmente, mostrando la cantidad de tiempo que un empleado dedica a algún sitio web, aplicación y rastreando toda la actividad en Internet.
“Los jefes revisaban los informes regularmente”, afirmó Wang. Según el informático, los datos podrían influir en las perspectivas de los trabajadores para sus aumentos salariales y promociones. Además, también podrían usarse como evidencia cuando la compañía buscaba despedir a ciertas personas, agregó.
Wang notó que una persona revisaba las imágenes tomadas por las cámaras todos los días para monitorear cuánto tiempo pasó cada empleado en su descanso para almorzar. “No tiene sentido”, lamentó el hombre. “No podemos trabajar sin parar en la oficina. Tenemos que hacer algunas pausas”, añadió. Wang finalmente renunció dos años después, abrumado por la experiencia.
En su sitio web oficial, el programa se describe a sí mismo como una compañía “omnipotente, controladora y estable”. El software es utilizado por alrededor de mil clientes, desde entidades gubernamentales hasta corporaciones tecnológicas.
No obstante, no es el único programa de vigilancia de este tipo. Sangfor Technologies, el mayor proveedor de plataformas de monitoreo en línea de China, tiene clientes como el gigante del comercio electrónico Alibaba; el propietario de TikTok, ByteDance; la matriz de Weibo, Sina Corp.; el fabricante de teléfonos inteligentes Xiaomi y el fabricante de equipos de telecomunicaciones ZTE entre sus más de 50.000 clientes corporativos. Esta empresa vende servicios que pueden acceder al historial de navegación móvil de los empleados y a los registros de uso de las aplicaciones una vez que sus teléfonos están conectados a la red Wi-Fi de su compañía. Asimismo, el sistema clasifica a los ‘trabajadores ineficientes’ analizando el tiempo que pasan en aplicaciones y en sitios web considerados no relacionados con el trabajo.
Si bien China ha redactado leyes para evitar que las empresas tecnológicas recopilen extensos datos personales sobre sus usuarios, hay poca protección legal para la privacidad de sus trabajadores, según subrayó Samuel Yang, abogado especializado en protección de la privacidad personal y ciberseguridad en AnJie, un bufete de abogados en Pekín. “El desafío en la legislación es determinar qué tipo de monitoreo de trabajo debe considerarse razonable y necesario”, señaló. Según el especialista, en Occidente, el monitoreo de empleados ha aumentado en popularidad porque las empresas se preocupan por la productividad del trabajo remoto. Por su parte, en China, es impulsado por la competición.
Asimismo, varias empresas tecnológicas chinas usan el ‘sistema 996’ que se basa en una jornada laboral de 12 horas diarias desde las 9 de la mañana a 9 de la noche durante seis días a la semana. Este sistema repetidamente genera críticas en la Red.
Tony Yang, un exingeniero de ByteDance, renunció después de pasar dos años con un horario que permite a sus empleados tomar un fin de semana completo solo cada dos semanas. Trabajaba desde las 11 de la mañana hasta la medianoche todos los días, y estaba de guardia 24/7 sobre cuestiones de problemas del sistema.
“Me sentí mal hacia el final del trabajo. Tenía sobrepeso, y tenía crisis mentales de vez en cuando. A veces, lloraba de repente y tenía la necesidad de romper cosas”, declaró el hombre de 31 años.
Con información de la agencia ‘RT’.