El deepfake está ganando la batalla de efectos especiales de Hollywood
En los últimos años, gran parte de los proyectos de la industria del cine y la televisión se deben a propiedades existentes y no a contenido cien por ciento original. Además del hecho de que ahora es muy común encontrarnos con alguna precuela de una película famosa o más bien una secuela de un título que fue estrenado hace veinte años, en algunas producciones se están reviviendo a actores que fallecieron décadas atrás e incluso rejuveneciendo a otros que, por razones obvias como la edad, hay ciertas historias requieren a sus personajes de la misma forma en la que se hicieron famosos, pero al haber pasado tantos años es claro que las personas que los interpretan no se ven igual.
Allí es cuando la tecnología entra en juego una vez más en la producción de películas o series. El resurgimiento digital de personas famosas ya representaba una tendencia más amplia en el entretenimiento, donde estrellas del rock como Buddy Holly han protagonizado grandes giras de conciertos en los que el público presencia el espectáculo dado por un holograma. La estrella del pop Michael Jackson también dio mucho de qué hablar cuando “revivió” para presentarse en los Billboard Music Awards de 2014. En el cine, nos hemos encontrado con dos cosas en particular: el uso de la tecnología para rejuvenecer actores y el uso de esta herramienta otra vez, pero para resucitar a personalidades que fallecieron hace mucho tiempo.
De seguro se les viene a la mente el caso de Rogue One: Una Historia de Star Wars (85%), que al final de la película nos regaló un gran momento con una joven Leia, tal como se la vió en Star Wars: Episodio IV – Una Nueva Esperanza (93%). Carrie Fisher, la actriz que interpretó a Leia Organa en la pantalla grande, falleció unos días después del estreno de esta cinta, pero este proyecto se había trabajado mucho antes y no necesitó de su presencia para llevarla de regreso a su icónico papel. En la misma película, Peter Cushing hace una aparición especial en el papel de Grand Moff Tarkin, el cual debutó en la cinta de 1977, es decir hace más de cuarenta años y teniendo en cuenta que falleció en 1994.
La utilización de CGI para estos fines es muy común en la industria, pero si vieron la película de seguro notaron que había algo extraño. Al ver a Leia o a Tarkin, es como si a pesar del parecido algo no estaba bien. Por más recursos que tenga Lucasfilm, el rostro de la princesa Leia no se veía del todo igual al de Carrie Fisher cuando interpretó al personaje en las primeras películas; el parecido ayudó y los fans en su momento celebraron su breve aparición, pero al mismo tiempo no pudieron evitar preguntarse por qué no lució mejor si, después de todo, el estudio tiene a su alcance el poder para conseguir el mejor acabado en sus producciones.
Nos volvimos a encontrar con una versión rejuvenecida de Carrie Fisher en el papel de Leia durante una escena de Star Wars: el ascenso de Skywalker (61%), donde a través de un flashback se mostró que ella recibió entrenamiento para ser una Jedi. En esa parte, su rostro se ve mucho más falso si lo comparamos con el de Rogue One: Una Historia de Star Wars. De hecho, fácilmente podría confundirse su escena con la de algún videojuego de la franquicia porque se ve incluso más irreal que el del spin-off protagonizado por Felicity Jones, y eso que los videojuegos nos impresionan cada vez más con la calidad de sus gráficos.
Fuera de Star Wars, un ejemplo reciente del uso de este rejuvenecimiento facial a partir de CGI pudo verse en El Irlandés (100%), la película de Martin Scorsese que llegó a Netflix en 2019. En esta cinta básicamente se le quitan décadas de encima a su elenco principal, donde destacan nombres como Robert De Niro y Al Pacino. Ambos actores están cerca de los ochenta años de edad, pero eso no impidió que Industrial Light & Magic pudiera hacer un buen trabajo. Sin embargo, la situación cambia no solo cuando el público empieza a criticar el resultado sino que además hay usuarios en Internet que siguen otros procesos con menos recursos que los del estudio y entregan escenas con este tipo de modificaciones y se ven muchísimo mejor que lo que llegó a cines.
¿Cómo es posible? Pues gracias a una técnica conocida como Deepfake que últimamente se ha vuelto popular por la cantidad de videos que se encuentran en Internet. Son varios los usuarios que lo han usado en diferentes circunstancias: algunos para demostrar que no se necesita de tanto dinero para lograr mejores efectos que los que se han visto en el cine y otros por diversión, jugando a poner el rostro de actores en papeles que fueron interpretados por otros o en cualquier otra circunstancia que se les ocurra. Un ejemplo de esto es ese video que se volvió viral donde los protagonistas de Volver Al Futuro (96%) fueron reemplazados por Tom Holland y Robert Downey Jr..
¿Qué es el Deepfake?
Hubo un tiempo en que Adobe Photoshop parecía magia real. Tras su lanzamiento, el software sacudió a las comunidades de noticias, entretenimiento y publicidad en su núcleo, y usuarios astutos de todos los ámbitos de la vida recurrieron a él para alterar imágenes con fines periodísticos, humorísticos y, a veces, nefastos. En verdad, fue un cambio de juego tecnológico, pero con el paso del tiempo la tecnología avanza y puede cambiar de forma radical ciertos procesos.
La tecnología Deepfake tiene unos pocos años, pero ya se ha convertido en algo cautivador e inquietante a la vez. El término “deepfake”, que se acuñó en un hilo de Reddit en 2017 de acuerdo con How To Geek, se utiliza para describir la recreación de la apariencia o la voz de un humano a través de la inteligencia artificial. Sorprendentemente, casi cualquier persona puede crear un deepfake con una PC de mala calidad, algo de software y unas pocas horas de trabajo. Es usualmente descrita como un medio que utiliza técnicas poderosas de aprendizaje automático e inteligencia artificial para manipular o generar contenido visual y de audio, con un alto potencial de engaño.
En la mayoría de los videos de Deepfake que hemos visto hasta ahora utilizan la tecnología para reemplazar la imagen de una persona, generalmente una celebridad, con la cara de otra persona que también es generalmente una celebridad. En los videos que encontrarán en este artículo incluimos no solo una comparativa del rejuvenecimiento CGI en El Irlandés (100%) frente al de un software gratuito, sino también otro par de ejemplos siendo uno de ellos la comparación entre el resultado de la princesa Leia rejuvenecida en Rogue One: Una Historia de Star Wars (85%) con el de un usuario que hizo lo mismo con esta tecnología.
Un ejemplo mucho más reciente es el que se pudo ver en el final de la segunda temporada de The Mandalorian (91%), cuando apareció un joven Luke Skywalker buscando a Grogu. El estudio hizo lo mismo que con Leia y Tarkin, así que el resultado también fue el mismo: rejuvenecimiento CGI que se ve mal para lo que debió haber sido. Gracias al canal de YouTube Sam and Niko, vemos cómo un grupo de artistas de efectos visuales recrea al Jedi de una forma más “casera” que la del estudio en un video donde se muestra el paso a paso de la transformación que sufrió el personaje. El resultado es, por mucho, muy similar al Mark Hamill de la época que lo que entregó Disney.
Aunque cada quien puede tener su opinión, es innegable que cuando se usa Deepfake, al menos de la forma en que se ve en estos videos, el resultado es mucho más realista que el que siguen los estudios de cine para rejuvenecer a los actores o recrear el rostro de una celebridad en el cuerpo de otra persona. Después de ver tantos videos del mismo estilo en Internet, no podemos evitar preguntarnos por qué la industria del cine (o la televisión en caso de necesitarlo) aún no se decide por hacer uso de esta tecnología que ha dado resultados mucho mejores que los que se ven en sus películas cuyos presupuestos son de cientos de millones de dólares.
Con información de la agencia ‘EFE’.