El hackeo a Twitter es una pesadilla que va más allá de su red social
Agencias / TeraGames / SAN FRANCISCO .- El hackeo de cuentas prominentes de Twitter es una pesadilla, pero no solo para la red social de micromensajería. Los falsos tuits solicitando dinero digital el miércoles desde cuentas como las de Elon Musk, el jefe de Tesla, o Joe Biden, el candidato presidencial demócrata a la Casa Blanca, se traducirán en un incremento en los costes de ciberseguridad de Twitter. Pero si no va más allá de eso, el fundador Jack Dorsey podría darse con un canto en los dientes. Los mensajes en esta red social tienen el potencial de mover los mercados, o aún peor.
La intrusión fue tan severa que Twitter bloqueó estas cuentas verificadas, etiqueta que llevan las de usuarios de alto perfil. El cofundador de Microsoft, Bill Gates, el expresidente estadounidense Barack Obama y el jefe de Amazon, Jeff Bezos, también figuraron entre los que presuntamente solicitaban bitcoins de otros usuarios con el gancho de que su aportación en la moneda virtual sería duplicada y devuelta. El hackeo hizo que las acciones de Twitter cayeran casi un 4% en la contratación posterior al cierre de Wall Street.
Para los inversores en empresas de tecnología, un ataque de esta magnitud tiene un significado claro: costes más elevados. Los gastos de Twitter ya aumentaron casi un 20% en el primer trimestre del año, resultando en una pérdida operativa de 7 millones de dólares en comparación con un beneficio de 94 millones de dólares un año antes. Idealmente, el gasto se compensa con un riesgo menor de futuros incidentes embarazosos.
Sin embargo, el fraude podría haber sido peor. Los tuits de los líderes empresariales pueden mover los mercados. Y luego está el presidente estadounidense Donald Trump, que usa la plataforma para anunciar nuevas políticas; y para comunicarse con otros líderes mundiales o hacer comentarios sobre ellos. No es difícil ver cómo un tuit falso puede hacer que se tambaleen los mercados, o incluso suponer un riesgo para la seguridad nacional.
Entonces, ¿qué se puede hacer? Los usuarios con perfiles públicos podrían empezar a comportarse de manera diferente en internet, incluso aunque Trump no lo haga. Twitter, al igual que otras redes sociales, se beneficia de tener usuarios famosos muy activos y la pandemia de COVID-19 ha demostrado ser realmente buena para el negocio. El promedio de usuarios activos diarios monetizables de Twitter alcanzó los 166 millones en el primer trimestre, un aumento de casi el 25%. Menos tuiteros prominentes podrían tener un impacto sobre esa tendencia y perjudicar los ingresos por publicidad.
Y si los usuarios no actúan con cautela, los reguladores también podrían intervenir. Es de esperar que los agentes de la ley y el Congreso quieran saber más sobre los procesos de seguridad de Twitter. La red social podría incluso salir reforzada de este escrutinio. El mundo, al igual que los inversores de la empresa, deberían esperar que así fuera.
Con información de la agencia ‘Reuters’.