El impactante cómic de acción que introduce una versión empática de James Bond

AWA presenta un nuevo proyecto de acción que es un soplo de aire fresco en el mercado.
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Hay una cualidad humana que está en boca de prácticamente todo el mundo en estos momentos y  que ha sido denostada desde hace tiempo. Tal vez, este fenómeno de deba a las complicaciones a las que uno se enfrenta día a día para subsistir. Ante ello, este atributo es el único salvoconducto posible. Se trata de la empatía.

La RAE la define como sentimiento de identificación con algo o con alguien. Pero si se lleva a cabo, tal vez este acercamiento teórico se quede corto. No es descabellado pensar que la capacidad de conocer de lleno a otra persona sea más que un sentimiento. De hecho, es un ideal prácticamente inalcanzable puesto que, llevado al extremo, te convertiría en otra persona y tú te quedarías sin identidad propia.

Todos esos pensamientos pasaron por la cabeza de Peter Milligan a la hora de concebir American RoninTal y como relata él mismo en el texto de epílogo del cómic, esto nació tras una disputa fraternal. Ello provocó que reflexionase e intentase conocer el punto de vista de sus hermanos. Y, al darse cuenta de que no era capaz de entenderlos plenamente, comenzó a entender que la empatía es prácticamente una habilidad sobrehumana. Aunque sea algo puramente humano.

Es lo que permite a los escritores serlo y a los actores conocer a sus personajes. Sin embargo, siempre se llega hasta cierto punto. ¿Qué pasaría si alguien tuviera la capacidad de convertirse emocionalmente en otra persona?

American Ronin plantea un universo en el que las empresas han tomado el control gubernamental y llevan a cabo despiadadas acciones. Es el pan de cada día… Aunque con la peculiaridad que surge alguien que tiene la capacidad de una empatía exacerbada. Conoce exactamente todo por lo que han pasado sus enemigos y lo usa en su contra. Un justiciero que recuerda a narrativas de espías tipo Jason Bourne que promete poner el mundo patas arriba.

El primer número, que debutó la semana pasada, deja muy claro el tono. Se trata de una historia de caza a un objetivo específico empleando habilidades muy humanas pero que en este ambiente tan opresivo resultan novedosas. Todo ello en un envoltorio de ubicaciones exóticas y grandes peripecias al más puro estilo James Bond.

Sin embargo, Milligan deja para adelante el conocer las motivaciones del personaje. En este primer número el protagonista parece más una fuerza surgida de la naturaleza para contrarrestar el mal de la sociedad. No duda y es implacable. Se gana el interés del lector del mismo modo que pueden hacerlo personajes planos pero carismáticos como John Wick. En cualquier caso, esas incógnitas respecto a la identidad del protagonista sirven de gancho para que el lector quiera seguir esta miniserie.

Al guionista, por otra parte, se le nota el oficio escribiendo títulos de acción. Esta es una depuración y un refinamiento de lo que se pudo ver en trabajos previos como Blanco HumanoEl autor impregna a la historia de un ritmo muy marcado en el que, desde el mismo arranque, ya te explica todo lo que se necesita saber. Tiene un tono muy controlado y combina peripecia con introspección gracias a los cuadros de texto.

Es un cómic que capta tu atención rápidamente y que no escatima en violencia. Aun así, se logra darle un toque de glamour y clase. Se trata de un acercamiento muy estilizado a este tipo de contenido. Es parte integral de la trama, pero no se hace una representación desagradable.

Y, cuando parece que ya ha asentado todas esas cuestiones, Milligan decide romper las expectativas e introduce elementos sobrenaturales que parecen salidos de la nueva carne de David CronenbergAhí es cuando el cómic se vuelve grotesco a la vez que logra distanciarse de sus referentes. También sirve para aumentar la curiosidad del lector y apelar a otros que se esperaban otra cosa. Se mide y dosifica con precisión la información que se revela en cada escena.

Milligan es un autor veterano que sorprende que todavía pueda seguir probando cosas nuevas. Presenta un cómic muy fresco y juvenil que no es particularmente pretencioso y que lo que lo hace, lo hace muy bien. Este autor es uno de los grandes y es sorprendente que siga con energía como para lanzar un trabajo con tanto brío.

El dibujante de Vigo, ACO, ha disfrutado de este proyecto. Eso se puede apreciar en el tratamiento gráfico presente en todas y cada una de las páginas. Es un cómic, que, por sus propias características, tiene un refinamiento muy marcado. Aunque los personajes sean de una moralidad cuestionable, se ve una intención de construirles una identidad icónica. Este mundo y sus habitantes parecen querer responder a un acercamiento abstracto al mundo del crimen respecto a lo que encuentra en la realidad. El artista crea un imaginario que puede calar dentro del público.

Pero también sigue experimentando con la forma, tal y como hizo en su recorrido en Nick FuriaSus composiciones plantean recursos dignos de análisis y demuestra todo el potencial sin explotar que sigue teniendo este medio. Es un dibujante con una ingente cantidad de recursos que despliega en todas y cada una de las páginas. Un trabajo memorable.

American Ronin se presenta en sociedad como un cómic de acción con toques de body horror muy carismático. El punto de partida es interesante y  contiene gran cantidad de escenas impactantes. Queda por comprobar hasta donde llega el concepto.

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