En riesgo la biotecnología por satanizar transgénicos
Los recortes presupuestales a la ciencia y la satanización respecto a la biotecnología, ponen en riesgo el desarrollo de esta disciplina, advirtieron hoy destacados investigadores al anunciar el inicio de la campaña en redes sociales #LaBiotecnología TeBeneficia.
En conferencia de prensa, el director del Instituto de Biotecnologia de la UNAM, Tonatiuh Ramírez, y el presidente de la Sociedad Mexicana de Biotecnología, Adelfo Escalante Lozada Luciano, destacaron la importancia de esta área al argumentar que está presente en la vida cotidiana, desde el yogurt que se desayuna hasta las vacunas.
Durante 45 días a través de las redes sociales, los científicos darán a conocer a la sociedad los beneficios de esta área del conocimiento en temas de salud, agricultura y medio ambiente; en específico, la búsqueda de soluciones a problemas como la contaminación y el sargazo.
Su objetivo es sensibilizar a los ciudadanos y tomadores de decisiones, políticos y legisladores sobre la importancia de la biotecnología y eliminar la connotación negativa por desinformación, pues si se sataniza a esta área de conocimiento por los transgénicos puede ocasionar problemas como la autosuficiencia de vacunas en el país.
Ramírez afirmó que “no podemos cerrarnos los ojos, hacernos los sordos y poner la biotecnología debajo del tapete como si no existiera, porque lo que pasará es lo que ha sucedido históricamente en México: el resto del mundo avanza, progresa y nosotros acabamos siendo súbditos de los imperios y dependientes en muchos sentidos en el exterior”.
Comentó que durante cuatro décadas han integrado una masa crítica, en particular en esta área de biotecnología, que es una de las de mayor fortaleza de la ciencia mexicana. En la actualidad, agregó, hay 8 mil 500 profesionales en esa disciplina, lo que representa la tercera parte de la investigación nacional.
El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México manifestó su preocupación de que en la actual administración exista reducción de apoyos a algunos grupos científicos y de los cuales dependen alumnos, quienes se capacitan para ser investigadores.
Añadió que se trata de transmitir el mensaje a los jóvenes, pero también a los políticos de que no se pueden lograr mejores niveles de vida para la población por otra vía que no sea el conocimiento.
Consideró un retroceso que en la ley de ciencia y tecnología, que se analiza en el Senado de la República, la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados pase a control de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) o desaparezca, pues es un tema complicado que necesita la visión de expertos de diferentes ámbitos.
Adelfo Escalante dijo que la biotecnología no sólo incluye el tema de los organismos genéticamente modificados o los llamados transgénicos, a lo que se ha sesgado la información sobre este concepto.
Dijo que al igual que otras organizaciones científicas, la Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería que preside ha sido “castigada” por las políticas de este gobierno, pues se ha restringido los recursos a estas asociaciones, muchas de las cuales se han visto comprometidas en su funcionamiento limitando actividades que tenían décadas realizando.
Anunció que el próximo 7 de junio, en el auditorio Francisco Oliva del Instituto de Biotecnología de la UNAM, ubicado en Morelos, se realizará el foro “Los nuevos lineamientos de transferencia tecnológica y su impacto en el emprendimiento de base científica en la Universidad”, a la que están invitando a los legisladores.
En su oportunidad, la presidenta de la Academia de Ciencias de Morelos, Brenda Valderrama, dijo que para que la biotecnología pueda ser la palanca del desarrollo del país, todos los sectores (gobierno, legisladores, académicos y empresarios) deben estar en coordinación.
El investigador Enrique Galindo comentó la biotecnología ambiental es una de las áreas de mayor tradición en México, y prueba de ello son bioreactores para el lavado de contaminantes gaseosos, plantas de tratamiento de aguas residuales y nuevos procesos biotecnologicos y biocombustibles, entre otras aportaciones.
Aseguró que la biotecnología es el área más importante de la nueva revolución industrial en el mundo, que cambia la forma en cómo vemos y conservamos la naturaleza.