Ensamblan la casa más pequeña del mundo
Se ha llevado a cabo una espectacular demostración de una técnica de fabricación que se usará sobre todo para construir nanodispositivos ópticos. La demostración ha consistido en construir una casita tan pequeña que muchos insectos ni siquiera podrían pasar por su puerta. Los detalles más finos de la casita son los que mejor demuestran el alcance de la nueva técnica.
El avance logrado se basa en un nuevo sistema de microrrobótica que expande las fronteras de las nanotecnologías ópticas. Combinando varias tecnologías disponibles, el laboratorio construye microestructuras en una gran cámara de vacío y fija los componentes sobre puntas de fibras ópticas con una precisión nanométrica.
La construcción de la microcasa demuestra de manera lúdica pero elocuente cómo los investigadores podrán lograr muy pronto grandes procesos en las tecnologías de detección óptica gracias a las mejoras en su capacidad de manipular cañones de iones y rayos de electrones, así como a través de un pilotaje robótico controlado de manera mucho más fina que lo que era factible anteriormente.
Gracias a poder instalar sensores miniaturizados sobre las puntas de fibras ópticas, tan delgadas como un cabello humano, se las podrá insertar en ubicaciones que resultan inaccesibles para los dispositivos convencionales de monitorización. Entre estas ubicaciones, cabe mencionar motores a reacción y vasos sanguíneos. Este nuevo tipo de acceso en tales sitios permitirá, por ejemplo, detectar niveles de radiación o moléculas víricas.
Rauch y sus colegas esperan mejorar aún más su tecnología, construyendo estructuras más pequeñas y fijándolas sobre nanotubos de carbono, de tan solo entre 20 y 100 nanómetros de diámetro.
Fuente: Instituto FEMTO-ST.