Estudiantes de secundaria crean Icemilk, bebida saludable con subproductos lácteos
Para promover en los niños el conocimiento de su entorno, el consumo de alimentos saludables y el cuidado del medio ambiente, la Escuela Secundaria Técnica Agropecuaria Número 2 “Luis Romero Soto”, ubicada en Nuevo San Isidro, municipio de San Juan del Río, impulsa el proyecto Icemilk, una bebida congelada y pasteurizada con base en suero de leche de cabra y vaca, combinada con frutas naturales, elaborada por estudiantes de esta institución.
La médica veterinaria zootecnista y asesora del proyecto, Erika Guadalupe Fernández Quintanar, explicó que esta iniciativa es desarrollada por los alumnos Vanessa Judith Pérez Mejía, Vanessa Esteba Núñez, Mariana Reséndiz Contreras, Daniel Neftalí Martínez Rivera y Diego Figueroa Chávez, con la idea de proponer a los niños una golosina nutritiva utilizando un subproducto lácteo, desecho en la elaboración de quesos, que al mismo tiempo prevenga la contaminación del agua en ríos, lagos y mantos acuíferos.
“La bebida congelada la elabora un grupo de estudiantes que participa en extensionismo rural de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedea). Ellos están aprendiendo la elaboración de quesos y ahí se dieron cuenta que el suero, tanto de leche de vaca como de cabra, se desecha o no se canaliza adecuadamente; un litro de este puede llegar a contaminar hasta 50 de agua, matando también diferentes especies presentes en ríos, lagos o estanques”.
Otro aspecto que se consideró fue que los niños en esa zona del estado consumen muchas bebidas congeladas —por las condiciones climatológicas— llamadas ‘bolis’, que solo contienen agua, azúcares, conservadores químicos y colorantes artificiales.
“Eso fue un motivante para que propusiéramos una alternativa natural, aprovechando este subproducto de los lácteos y sus propiedades nutricionales. El resultado es una golosina baja en grasas, principalmente por el suero de leche de cabra. Los sabores que propusimos fueron fresa, piña, mango y chocolate. Puede ser consumido por personas intolerantes a la lactosa y el sabor se le da con mermeladas elaboradas con fruta natural”.
La Escuela Secundaria Técnica Agropecuaria Número 2 es de las pocas en el estado que cuenta con animales, como cabras, borregos y vacas, donde los alumnos aprenden a ordeñar, inyectar y hasta calcular las edades de estas diferentes especies por su dentadura.“Eso los ha hecho más conscientes de lo que es el valor del campo; eso es muy positivo tomando en cuenta que a los niños en la actualidad no les interesa mucho ese entorno y, por lo mismo, el campo se está llenando de gente mayor. Por eso buscamos involucrarlos más”.
Otro objetivo es que la institución pueda ser autosustentable en lo que se refiere al mantenimiento de los animales.
“Apoyamos a los estudiantes para que hagan suyo este proyecto, eso los motiva mucho. Estamos buscando el registro de marca. El producto ya lo venden a sus compañeros en la escuela y ha tenido muy buena aceptación”.