Fallece el compositor de la franquicia Dragon Quest a los 90 años
Hoy es un día triste para los fans de los videojuegos, y en especial para los fans de la franquicia Dragon Quest, ya que el blog oficial de la franquicia ha confirmado que Koichi Sugiyama fallecía a los 90 años de edad.
Sugiyama tenía el título de compositor musical más anciano de la industria del videojuego según los Récords Guinness y compuso más de 500 temas para la franquicia Dragon Quest desde su primera entrega en el lejano 1986. Su último trabajo fue componer temas para el próximo Dragon Quest XII: The Flames of Fate, donde aún podremos escuchar algo de su legado.
Koichi Sugiyama nació en Tokio, un 11 de abril de 1931 y en un hogar en el que estuvo rodeado de música desde su infancia, algo que dirigiría sus pasos hasta graduarse con honores en la universidad de Tokio y adentrarse en el mundo de la televisión como paso previo a concentrarse en la composición y dirección sinfónica a partir del 68. Cuando su camino se cruzó con el de Enix en los 80, él era ya una figura famosa en su país natal, con una notable producción a sus espaldas que abarcaba series, películas y canciones populares. No había en aquel entonces ni en Japón, ni en ninguna otra parte del mundo, una figura tan reconocida que se interesase por las limitadas capacidades musicales del videojuego.
Empezaría en 1985 con un título llamado World Golf para ordenador, pero tardaría poco en sentar los cimientos de su legado en el videojuego con el primer Dragon Quest para Famicom, para el que compuso ocho temas que forman el alma, el corazón y la esencia de lo que es la saga y los recuerdos que la misma provocan en millones de jugadores. Esos ocho temas (Opening, Castle, Town, Field, Dungeon, Battle, Final Battle, and Ending) han sido versionados, expandidos, adaptados o reinterpretados, pero siempre han estado presentes de alguna forma en todas las versiones de la saga hasta la fecha, convirtiéndose en una imborrable seña de identidad.
Aunque todos icónicos, Overture es el más famoso y reconocible, un tema que es historia de los videojuegos por su impacto y vinculación con la saga, aunque según contaba, sólo tardó cinco minutos en crearlo. Siguiendo una línea de pensamiento similar a la de Pablo Picasso en un contexto parecido, Sugiyama apuntaba a que en realidad había tardado 40 años y cinco minutos, señalando todo el trabajo y la experiencia previa que le había llevado hasta ese punto. Eso sí, de dirigir orquestas a componer pensando en los cinco canales de la consola de 8 bits había un universo de distancia, que no impidió que saliera a relucir la maestría y las influencias del compositor, creando un tema de clara ascendencia clásica que no sonaba a nada que se hubiera escuchado en una consola por aquel entonces, con esos inolvidables primeros acordes que anuncian el amanecer de un nuevo héroe y el comienzo de la aventura.
El lugar natural de la música de Sugiyama era la sala de conciertos. Una vez que la saga explotó en popularidad, el director se pudo permitir llevar por primera vez música creada de videojuegos a la orquesta bajo su batuta y mostrar al mundo cómo sonaban en su cabeza los temas que había ideado. El 20 de octubre de 1987, en el Suntory Hall de Tokio se celebra el primer concierto protagonizado por música de videojuego, el desde entonces anual Family Classic Concert, protagonizado en esa ocasión por las dos bandas sonoras de Dragon Quest I y Dragon Quest II, sentando el molde para un fenómeno que no ha parado de crecer y ya abarca todo el mundo. En los dos vídeos de Overture, arriba y abajo de estas líneas, podemos comprobar la clara diferencia entre la versión para consola y la sinfónica, una diferencia técnica que el compositor combatiría en cada entrega hasta llegar a la octava en PS2, en donde por fin pudo dar rienda suelta a su visión, en la que es posiblemente una de las mejores bandas sonoras de la saga, el cénit de años moldeando la identidad de la aventura creada junto al tridente que formó con Yuji Horii y Akira Toriyama.
Por descontado, esto no significa que en el camino desde Famicom a PS2 no haya auténticas obras maestras. Desde la arquitectura original de los ocho temas fue añadiendo melodías, creando variaciones y experimentando con todo tipo de influencias, desde el barroco al clasicismo a influencias más del romántico y contemporáneas, incluso coqueteando con el jazz y otros géneros, aunque sin dejar de ser nunca fiel a sus sentimientos y a su formación, que le hizo mantener un estilo reconocible tanto en las entregas principales como en los diferentes spin off en los que participó. Y aunque siempre peleó por más memoria, más calidad de audio o se quejaba de las limitaciones de las máquinas en las que trabajaba, eso nunca le impidió crear joyas en todos los sistemas en los que trabajó. Baste ver la música de combate en Dragon Quest Monsters, uno de los spin off más famosos y populares, con una de las melodías más brillantes que es escucharon en la portátil de Nintendo.
El funeral se celebró para familiares y amigos cercanos, pero Square Enix tiene previsto realizar un evento especial en su honor del cual por ahora no hay nada decidido.
Fuente: Web de Dragon Quest.