¿Ha ido demasiado lejos la censura de la vida sexual de Batman?

Partamos del hecho de que Bruce Wayne, o bien, Batman y Selina Kyle, conocida como Catwoman (o ‘Gatúbela‘ para el mercado hispanohablante), han sido históricamente —por más de 80 años— una pareja explosiva de personajes ficticios (hagamos hincapié en la palabra “ficticios”, por cierto) que tienen una relación de pasión y animadversión que ha trascendido las décadas.

Incluso, en la ficción (repita: “ficción“), han tenido —en diversas versiones— varios tipos de relaciones, incluyendo un matrimonio y el nacimiento de una hija, Helena Wayne (que, en el universo paralelo en el que existe, se convierte en la superheroína The Huntress, que es la versión femenina de su padre). 

Todo esto, para los lectores de la saga, es canon. Incluyendo el hecho de que (y por favor, no se vayan a sonrojar o escandalizar con lo que sigue) en una azotea de Ciudad Gótica, una noche, Batman le practica lo que se conoce como un cunnilingus a Catwoman. Esta acción fue replicada en uno de los episodios de ‘Harley Quinn’, en la que ambos personajes aparecen como soporte recurrente a la famosa anti-heroína y exmujer del Joker, y tienen el mismo ‘affair’ que tenían en la versión cómic dibujada por Jim Lee en la que ocurre.

Sin embargo, la polémica escena ya no apareció y se debe a la presión surgida por parte de diversos grupos que en redes han pedido que se censuren este tipo de acciones en programas animados y en cómics, al considerarlos violencia sexual y perjudicial para el público (¿?). 

Pero, detengámonos un segundo: en el caso que aquí atañe, se trata de un encuentro sexual consensuado entre dos adultos que tienen una relación íntima y lo practican juntos, esto sin dejar de lado que son situaciones y personajes imaginarios, y que la serie animada (no actuada) está dirigida a y se trasmite por una cadena dedicada a un público adulto.

La cultura de la cancelación, que ha ido adquiriendo momentum en los últimos años, ha ido perdiendo (a nuestro modo de ver) cierta proporción en sus reclamos, llegando a la exageración. 

Esta no es la primera vez que Warner se ve presionada de este modo: hace 8 meses se exigió que se cancelara y se omitiera de la nueva película de ‘Space Jam‘ al (muy menor hoy en día) personaje ‘Pepe LePew‘, un zorrillo animado que fuera acusado de ‘promover y normalizar el acoso sexual’ en dibujos animados creados por el extinto y célebre animador Chuck Jones en las décadas de 1950 y 60. 

El zorrillo fue borrado de la película (esto a un costo sustancial) y ahora, la escena de sexo entre Batman y Catwoman ha sido suprimida. ¿Qué está pasando? Ya también sucedió que todas las escenas que aludieran al lesbianismo entre amazonas en ‘Wonder Woman 1984‘ fueran ‘recortadas’ al igual que las alusiones a una relación sexual entre Superman y Lois Lane en las cintas de Zack Snyder sobre el Hombre de Acero.

Bastantes cosas terribles hay en el mundo (que sí deberían ser objeto de crítica y cancelación), como para que las relaciones íntimas de personajes adultos imaginarios nos preocupen o deban ser eliminadas. ¿Que están dando un (presunto) mal ejemplo? ¿De qué? ¿De que se puede tener una relación sexual satisfactoria mientras se es también un superhéroe?

Es inadmisible este tipo de censura. Y si continúa así, muy pronto no habrá vuelta atrás, sumiéndonos en un mundo de extremo conservadurismo, y se habrá perdido mucho: hasta la libertad sexual de los personajes imaginarios.