La película “No more bets” ahuyenta al turismo de Tailandia

Un programador y una modelo china que, atraído por la promesa de trabajos bien remunerados, se encuentra atrapado en un país extranjero como prisionero de una pandilla despiadada y obligado a cometer fraudes en juegos de azar en línea.
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Agencias, Ciudad de México.- Para millones de turistas chinos, Tailandia era una tierra de felicidad, con comida deliciosa y festivales de faroles. Pero una exitosa película de acción y rumores en redes sociales han asociado este destino con una imagen de peligrosidad, avaricia y estafas.

Parte de la culpa es de la película estrenada en agosto “No more bets”, que ya ha recaudado más de 520 millones de dólares en taquilla en China.

La historia, que según sus productores se inspira en “hechos reales”, narra las desventuras de una joven pareja atrapada en un país del Sudeste Asiático tras haber sido víctima de la trata de seres humanos en Tailandia.

El fenómeno es especialmente dañino para este reino, con un 20% del PIB dependiente del turismo, que trata de recuperar el número de visitantes previo a la pandemia del covid-19.

En 2019, el país recibió 40 millones de turistas, de ellos unos 11 millones de chinos. Desde principios de este año, el total es de 19 millones, con solo 2,3 millones del gigante asiático.

No ayudan el éxito de la película, ni las numerosas publicaciones virales en redes sociales que advertían de los riesgos de ser secuestrado por mafias en Tailandia y enviado a las vecinas Birmania o Camboya.

Ante estos problemas, el gobierno tailandés lanzará un programa de prueba para permitir la entrada de turistas chinos sin visado.

– Ve tú primero –

A pesar de la desaprobación de su entorno, Jia Xueqiong, una enfermera china de 44 años, decidió viajar a Tailandia con su marido y su hija.

“Nuestros padres intentaron persuadirnos de no venir, porque no estaríamos seguros”, explica esta turista paseando por el Gran Palacio de Bangkok, extrañamente silencioso.

“Todos mis amigos me dijeron: ‘Tú vas primera a explorar y, si todo está bien, nos uniremos”, cuenta.

Estas historias “son exageradas”, dice Leanna Qian, una estudiante de 22 años interrogada por la AFP en Pekín.

Pero rápidamente precisa: si fuera a Tailandia, “tendría miedo de que me lleven a un país vecino contra mi voluntad”.

“Somos inocentes, es injusto”, reivindica Sisdivachr Cheewarattanaporn, presidente de la asociación de agentes de viaje de Tailandia.

La película tiene cierta base de realidad. Hay casos documentados de miles de chinos atrapados en países del Sudeste Asiático, especialmente Birmania y Camboya, para trabajar para mafias dedicadas a las estafas en línea.

Pero la mayoría habían sido seducidos con falsas ofertas para lucrativos trabajos y no secuestrados en las calles durante unas vacaciones. Además, por ahora no se ha encontrado ninguno de estos complejos de estafas en Tailandia.

Pero ante estos temores, intensificados por la la película, la embajada de Tailandia en Pekín publicó un comunicado afirmando que “se han tomado medidas para garantizar la seguridad de los visitantes”.

– Miedo “de no volver jamás” –

La cautela de los turistas chinos con los viajes internacionales se debe también a la debilidad de la economía china y a los turoperadores locales que, desde el covid, promocionan los destinos domésticos.

Tomará tiempo hasta que la población se acostumbre a viajar al extranjero, estima Gary Bowerman, director de la firma de consultoría sobre turismo Check-in Asia.

Cuando los turistas salen del país, “empiezan a escuchar a hablar de estafas” y esto “tiene un impacto psicológico”, explica.

“Entre tanto, los viajes interiores están en pleno auge, particularmente entre los jóvenes, que los consideran una buena alternativa a los viajes internacionales”, argumenta.

En una agencia de Pekín, cuyos responsables no quieren que se identifique el negocio, las pantallas anuncian destinos locales.

La agencia empleaba 200 personas antes de la pandemia, pero ahora solo cuentan con algunas decenas por el deterioro económico.

“No hay mucha voluntad de viajar al extranjero”, dice a la AFP una empleada que solo quiere dar su nombre, Guo. Además, en el Sudeste Asiático, “hay el miedo de ir y no volver jamás”.

Ante el Gran Palacio de Bangkok, Jia Xueqiong saca importancia a estos temores.

“No es como se dice en internet, con estafas u otras cosas”, afirma. “Aquí no hay nada de este estilo”.

Con información de la Agencia AFP

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