La tecnología y la sostenibilidad serán los motores del sector de la construcción en 2025
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Crédito: @TOTVS.
Por: Eduardo Pires, director de Productos para la Construcción de TOTVS.
La construcción civil es un pilar fundamental de la economía latinoamericana, desempeñando un papel crucial para la sociedad en su conjunto, no sólo en la generación de empleo e ingresos, sino también en el desarrollo social y la reducción del déficit habitacional. Para avanzar de manera sostenible en 2025, la construcción latina deberá superar algunos desafíos. Los procesos burocráticos, como la obtención de licencias, sumado a la volatilidad en los costos de materiales, pueden afectar la previsibilidad de los proyectos y terminar incrementando los costos. Otro punto importante es la creciente demanda por proyectos inmobiliarios más sustentables, que también impone presión sobre las empresas, que necesitan equilibrar la sostenibilidad con la innovación y la viabilidad financiera.
En cuanto a la evolución tecnológica en la construcción civil, la regulación del BIM (Building Information Modeling) en muchos países latinos ya viene impulsando digitalmente el sector, lo que cambia la posición del BIM de una recomendación a un requisito en muchos proyectos. Con ello, la herramienta se convierte en protagonista en la ejecución de las obras, fomentando el trabajo colaborativo entre todos los involucrados, desde la concepción hasta la finalización de la obra.
Ante este escenario, algunas iniciativas tienen la capacidad de transformar el sector de la construcción este año, impulsando la eficiencia, la sostenibilidad y la competitividad. Y si el tema es la modernización tecnológica, la Inteligencia Artificial no puede quedar fuera de la agenda en 2025. La IA tiene el potencial de desempeñar un papel transformador en la construcción, pudiendo automatizar tareas repetitivas, optimizar el análisis de datos y ofrecer predicciones precisas sobre la duración y el proyecto. Además, las tecnologías de reconocimiento óptico y procesamiento del lenguaje natural ayudarán a acelerar los procesos de documentación y control de calidad, esenciales para la optimización de proyectos.
Otra iniciativa que ganará protagonismo es la industrialización de la construcción, que pretende llevar a la obra la misma lógica de cadena de montaje que vemos en la industria. Los componentes prefabricados y las tecnologías de impresión 3D permiten una construcción a escala más rápida, de mayor calidad y con menos desperdicio.
Relacionado a la tendencia de industrialización, el mercado de la construcción modular prefabricada deberá acelerarse, respondiendo a la creciente demanda de proyectos con plazos cortos y mayor flexibilidad. La modularidad también permitirá dar respuesta rápida a proyectos comerciales e industriales, siendo una excelente opción para obras en zonas de difícil acceso y reduciendo el impacto ambiental, ya que la fabricación modular es más eficiente en términos de recursos y energía.
De hecho, la agenda ESG (Environmental, Social and Governance) es un tema que no puede ser pasado por alto del segmento este año. La presión por prácticas ambientalmente responsables debe impulsar la adopción de soluciones sostenibles, como el uso de materiales reciclados y energías renovables. La construcción verde — que tiene en cuenta el ciclo de vida de los materiales y la eficiencia energética — no sólo será un requisito del mercado, sino también una ventaja competitiva. Por lo tanto, los proyectos centrados en la eficiencia energética y la reducción de la huella de carbono ganarán cada vez más relevancia, especialmente con el acceso al capital “verde”: las empresas constructoras que demuestren prácticas de ESG en sus obras, a través de informes transparentes, podrán obtener mejores resultados financieros, incluidas tasas de interés más baja y mayor acceso a las inversiones. Un beneficio muy importante.
En 2025, la construcción civil latina enfrentará un escenario lleno de desafíos y oportunidades, donde la innovación y la sostenibilidad serán los principales agentes de transformación. La adopción de tecnologías avanzadas y la creciente industrialización prometen aumentar la eficiencia y la productividad, mientras que las prácticas en ESG se consolidan como un diferenciador competitivo esencial. Es importante resaltar que, con el aumento de la digitalización y la automatización de la construcción latinoamericana, el sector requerirá de una fuerza laboral más calificada y preparada para lidiar con la tecnología.
Superando las barreras identificadas, las empresas que inviertan en procesos eficientes y adopten un enfoque responsable y tecnológico estarán mejor posicionadas tanto para destacarse en un mercado competitivo como para impulsar el desarrollo del sector en su conjunto.
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