La unión hace la fuerza en ‘Kick-Ass La Chica Nueva’
Dominar un imperio criminal cuando te ves rodeado de enemigos no es tarea fácil si no cuentas con tu propio ejército de secuaces, dispuestos a todo por una buena suma de dinero. Panini Comics a través de su línea Evolution prosigue contándonos las desventuras de la nueva Kick-Ass.
Tras hacer su entrada en escena y acabar con la competencia local que quedaba, el tercer tomo de Kick-Ass La Chica Nueva nos cuenta lo que sucede cuando los buitres del exterior pretenden aprovecharse del nuevo vacío que queda en los bajos fondos de Albuquerque, en Nuevo Mexico. Si no hubiese tenido ya bastante con lo que ha tenido que afrontar, Patience Lee tiene ahora que bregar con la intrusión de bandas que llegan desde el sur e incluso aquellas que llegan desde el este, todavía con grave acento ruso. Pero tanta oposición en contra requiere de aliados para hacerles frente, un ejército a tu lado.
Las tareas de Kick-Ass para reclutar a nuevos aspirantes a defender el nuevo estilo pasa por un casting en toda regla consistente en cuanto tú me das y a qué peligros me enfrento. La balanza inclina el fiel hacia el lado que cada uno valora y en este caso también pesan las ganas de hacer las cosas bien, aunque sea en un pequeño número de casos. Las buenas acciones suelen tener como consecuencia una respuesta igual, si salvas a una persona se crea una deuda que normalmente no se cobra, al menos entre personas normales, pero puede crear un vínculo especial que enlaza a quienes quieren devolver semejante favor.
Steve Niles y Marcelo Frusin han logrado hacer muy suyo este cómic que recibieron de manos de sus creadores originales, Mark Millar y John Romita Jr. Consiguen que no les echemos ni siquiera de menos mientras nos perdemos en la cantidad de problemas que asume Patience entre todos los ámbitos de su compleja vida. Recordemos que esta madre de familia trabaja para mantener a su hijo y al mismo tiempo compagina todo con asistir a la Universidad, por lo que sus horas de descanso a veces son prácticamente inexistentes.
La lectura de este nuevo tomo de Kick-Ass: La chica nueva es tremendamente ágil, con una narrativa muy fluida por parte de guionista y dibujante que perfilan gran cantidad de coreografías para los combates que les dotan de espectacularidad e idoneidad, con los personajes buscando incluso aprovechar la superioridad que les da contar con una posición elevada en combate, por dar un ejemplo de lo que, de forma muy cinematográfica, nos llega hasta las retinas. Sin ahorrarnos vísceras, desmembramientos y muertes que llegan a ser difíciles de contar.
Quizás haya comics en el mercado actual con mayor tirón comercial, pero no se puede negar que Kick-Ass La Chica Nueva es como ir desgranando los capítulos de una serie que van dejando cliffhangers que enganchan de verdad. Cada uno de los pasos de Patience Lee la alejan más de su objetivo original, la absorben hacia un mundo inmersivo en el que su papel de heroína queda solapado por capas y capas de sangre, que dificultan que pueda ver lo que hay más allá de una empresa que está acabando con lo que era su vida real.