Las probabilidades de covid prolongada son menores con ómicron que con delta
La variante ómicron tiene menos probabilidades de causar una covid duradera que la delta, según una investigación del King’s College de Londres.
Las probabilidades de sufrir una covid prolongada fueron entre un 20 y un 50 % menores durante el período de ómicron en comparación con la temporada de la variante delta, dependiendo de la edad y el tiempo transcurrido desde la vacunación, de acuerdo con las observaciones realizadas.
La covid prolongada se define como la presencia de síntomas nuevos o continuos cuatro semanas o más después del inicio de la enfermedad; estos síntomas incluyen fatiga, dificultad para respirar, pérdida de concentración y dolor en las articulaciones.
Estos pueden afectar negativamente a las actividades cotidianas y, en algunos casos, ser muy limitantes, recuerda un comunicado del King’s College.
El estudio identificó 56,003 casos de adultos del Reino Unido que dieron positivo por primera vez entre el 20 de diciembre de 2021 y el 9 de marzo de 2022, cuando ómicron era la variante dominante.
Los investigadores compararon estos casos con 41,361 que dieron positivo por primera vez entre el 1 de junio de 2021 y el 27 de noviembre del mismo año, cuando la variante delta era predominante.
El análisis muestra que el 4.4 % de los casos de ómicron fueron covid duraderos, en comparación con el 10.8 % de los de delta.
Sin embargo, el número absoluto de personas que experimentaron una covid prolongada fue de hecho mayor en el período ómicron. Esto se debió al gran número de infectados por esta variante entre diciembre de 2021 y febrero de 2022.
En concreto, la oficina de estadísticas del Reino Unido estimó que el número de personas con covid prolongado aumentó de 1.3 millones en enero de 2022 a 2 millones a partir del 1 de mayo pasado.
Claire Steves, del King’s College, señala: “La variante ómicron parece tener una probabilidad sustancialmente menor de causar covid prolongado que las variantes anteriores, pero aun así 1 de cada 23 personas que contraen la enfermedad llega a tener síntomas durante más de cuatro semanas”.
“Dado el número de personas afectadas, es importante que sigamos apoyándolas en el trabajo, en casa y en el sistema de salud”, indica la investigadora, firmante del artículo publicado en The Lancet.