Libera Egipto a periodista de Al-Jazeera
Agencias/El Cairo, Egipto.- Egipto ordenó el regreso a su país del periodista australiano de la cadena Al-Jazeera, condenado a siete años de prisión por haber difundido “informaciones falsas” y haber apoyado a los Hermanos Musulmanes del derrocado Presidente Mohamed Morsi.
Un responsable del Ministerio del Interior confirmó la expulsión de Peter Greste detenido en diciembre de 2013 junto el periodista egipcio-canadiense Mohamed Fadel Fahmy, acusados de haber instalado sin autorización una oficina de la cadena en la habitación de un hotel.
Un funcionario del aeropuerto informó que el periodista abordó un avión en El Cairo rumbo a Chipre.
“La decisión de expulsar a Peter Greste hacia Australia fue tomada por decreto presidencial”, dijo la fuente oficial citando un comunicado.
La cadena de televisión Al-Jazeera se congratuló de la salida de su reportero australiano pero reclamó la liberación de sus otros periodistas detenidos en Egipto.
“Estamos felices de que Peter y su familia puedan estar reunidos”, declaró Mostefa Souag, director general interino de Al-Jazeera Media Network.
“No estaremos tranquilos hasta que Baher (Mohamed) y Mohamed (Fahmi) sean también liberados”, agregó, en referencia a los otros dos periodistas de la cadena, un egipcio y un egipcio canadiense, que siguen presos en Egipto.
El periodista liberado fue detenido en plena crisis entre Egipto y Catar tras el derrocamiento de Morsi por parte del ex jefe del Ejército y actual Presidente, Abdel Fatah al-Sisi.
Cuando fueron arrestados en una habitación de hotel transformada en oficina en El Cairo, los reporteros no tenían la acreditación obligatoria para los medios.
En el juicio también fue condenado 10 años de prisión el colaborador egipcio de la cadena, Baher Mohamed.
Según un decreto reciente promulgado por Sisi, los extranjeros condenados en Egipto pueden ser deportados para cumplir penas en sus países de origen, aunque es improbable que ni Greste ni Fadel Fahmy sean juzgados tras regresar.
El arresto de los periodistas generó críticas en todo el mundo, y tanto Estados Unidos como la ONU condenaron el proceso al cual fueron sometidos los corresponsales.