Los Power Rangers acaban de pagar con sangre los pecados de un planeta
¡ADVERTENCIA: Lo siguiente contiene importantes spoilers de Power Rangers #9 de Boom! Studios, ya a la venta.
Los Power Rangers acaban de escapar de otra atrocidad cometida por su enemigo más poderoso, y los héroes fueron una vez más impotentes para detenerla. Mientras los Empyreals se abren paso por el cosmos dejando planetas enteros destruidos a su paso, los Omega Rangers, que navegan por el espacio, sólo pueden esperar poner a salvo a los supervivientes.
Por desgracia, los últimos refugiados que se han introducido en Refugio Seguro son las últimas personas que sus habitantes quieren ver, y un Ranger acaba de pagar con su sangre los pecados de todo su planeta en Power Rangers #9, de Ryan Parrott, Francesco Mortarino, Moisés Hidalgo, Raúl Angulo, José Enrique Fernández y Ed Dukeshire.
La última vez que los Omega Rangers se enfrentaron a un Empyreal fue en el mundo natal de los Hartunianos, momentos antes de su destrucción. Por desgracia, no habría esperanza para el imperio, y los Rangers se vieron obligados a huir con sólo un puñado de supervivientes mientras Hartunia era abandonada a su total aniquilación. El dolor de perder su hogar es algo que los supervivientes no olvidarán pronto, la promesa de un nuevo y brillante futuro en Refugio Seguro es exactamente el resquicio de esperanza que necesitan desesperadamente. Por supuesto, los habitantes de Refugio Seguro lo saben todo sobre la apertura de sus hogares a los menos afortunados, aunque el hecho de que muchos de ellos hayan acabado allí por culpa del Imperio Hartuniano no les ha hecho sentirse especialmente vecinos.
Cuando los Rangers llegan, Arkon, uno de los aliados más antiguos de los Rangers y uno de los ciudadanos más prominentes de Refugio Seguro, exige sangre Hartuniana. Como tantos otros que han llegado a conocer Refugio Seguro como su hogar, el mundo natal de Arkon fue una de las muchas víctimas de la campaña de terror del Imperio Hartuniano. Arkon fue uno de los pocos seres con una conexión directa con las energías de la Rejilla Morphin que dio la espalda a Kiya después de que ésta matara al Emisario Azul, pero Arkon no está dispuesto a ser tan pacífico cuando la gente a la que culpa de tanta muerte llega a su puerta.
Zack entra en acción para defender a los Hartunianos de su amigo, y Arkon se muestra implacable en su ataque, incapaz de separar lo que le ha ocurrido a él y a tantos otros de los pocos Hartunianos que quedan vivos. No es hasta que Zack explica lo que les ha sucedido a los propios hartunianos que Arkon se plantea abandonar. Sin embargo, su pérdida no compensa las pérdidas de otros millones de personas, y no paga la deuda de sangre que tienen las leyes ancestrales de Arkon. No dispuesto a ver cómo se derrama sangre inocente, Zack ofrece la suya en recompensa, una oferta que Arkon está sorprendentemente dispuesto a aceptar.
Con Zack a sus pies, Arkon levanta su espada y la hace caer rápidamente sobre la cara del Ranger, derramando la sangre que se le debe sin que le cueste la vida a nadie. Es un momento poderoso para Arkon, que le trae una especie de catarsis que le ha estado evadiendo durante gran parte de su vida. Para Zack, esto es sólo el comienzo de la reparación de sus propios crímenes horribles.
Cuando los Rangers escapaban de Hartunia, Zack se encargó de esperar a las puertas del Spectrum II hasta el último momento con la esperanza de que la emperatriz pudiera ponerse a salvo. En cambio, el último par de ojos que Zack vio mirándole desde el suelo fueron los del emperador, y Zack optó por dejarlo atrás. Está claro que esa decisión ha pesado bastante en Zack, aunque no pareciera difícil de tomar en ese momento. Esperemos que su encuentro con Arkon y el pago de la deuda de sangre de Hartunian sean un paso atrás en la dirección correcta para el Ranger.