Los satélites se consolidan como tecnología líder en adaptación al cambio climático

Por Sergio Knust, gerente satélite de Sencinet.

Durante la más reciente edición del Foro Económico Mundial, celebrada a principios de este año, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) reveló que para 2050 el cambio climático podría causar 14.5 millones de muertes adicionales y aproximadamente 12.5 mil millones de dólares en pérdidas económicas en todo el mundo. Considerando que la trayectoria más probable del aumento de la temperatura media del planeta es entre 2.5 y 2.9 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, el estudio señala seis categorías principales de fenómenos climáticos como los principales factores de impacto negativo sobre la salud y finanzas que son: inundaciones, sequías, olas de calor, tormentas tropicales, incendios forestales y aumento del nivel del mar.

Ante este escenario, el Centro Global para la Adaptación (GCA), organización internacional que trabaja para encontrar soluciones capaces de acelerar la preparación de la sociedad para enfrentar este entorno, anunció en su Cuarta Conferencia Global los ganadores del Premio Campeones Locales de Adaptación (LAC) en 2022 y 2023. El evento consolidó a los satélites como una de las tecnologías más importantes del mundo para asistir a poblaciones en situaciones de catástrofe climática.

Esto sucedió porque uno de los casos reconocidos como los mejores del mundo en el período se refería a un proyecto que utiliza satélites de monitoreo de la Tierra (Earth Observation Satellites) para identificar fuentes de agua subterráneas en lugares azotados por la sequía.

Inspirándose en los sistemas utilizados para identificar rastros de agua en la Luna, la iniciativa es capaz de localizar preciosas fuentes de agua a 60 metros de profundidad y está funcionando con éxito en regiones áridas de la India y otros países.

Este tipo de funcionalidad no es la única en la que los satélites tienen un potencial significativamente relevante que aportar. De hecho, es precisamente la diversificación de sus formas de aplicación lo que convierte a esta tecnología en una de las más importantes ante la necesidad de adaptarse a los fenómenos climáticos a los que tendrá que hacer frente el planeta.

Otro uso sumamente relevante es el de los satélites de comunicaciones para mantener la capacidad de contactar con víctimas y autoridades en situaciones de emergencia. Un ejemplo de esta forma de contribución ocurrió en octubre de 2023, cuando el poderoso huracán Otis, de categoría 5, arrasó con el hermoso puerto de Acapulco, en el estado de Guerrero en México.

La tormenta cortó todas las comunicaciones basadas en una extensa red terrestre de cables y torres, dejando sin conectividad a una población de más de 700,000 personas. En estas condiciones, la comunicación satelital sirvió como la única alternativa para restablecer los principales servicios de telecomunicaciones, apoyando también a las redes móviles que utilizan backhaul celular para brindar las condiciones necesarias para responder a alertas y brindar asistencia de emergencia.

En aquella ocasión, una reconocida institución financiera, reconoció ampliamente la respuesta inmediata de Sencinet, al instalar 5 servicios satélites en banda Ku, en condiciones realmente adversas, ya que los accesos a esa ciudad estaban cerrados, de esta manera los habitantes de esa localidad pudieron contar nuevamente con los servicios bancarios en cuestión de horas.

Otro caso de uso de la tecnología satelital fue el de una cadena de Televisión, la cual de la misma manera logró restablecer su señal en esa zona, 2 días después de este fenómeno meteorológico.

El Country Manager de la empresa en México, Eduardo Fuentes, afirma que los servicios satelitales además de su gran versatilidad y confiabilidad, son una excelente opción para apoyar en caso de emergencia y desastres naturales a otras tecnologías terrestres y a sus usuarios.

Mantener la conectividad también resultó esencial para salvar vidas durante el doble terremoto de Kahramanmaras, que azotó el sureste de Turquía y el norte y el oeste de Siria el 6 de febrero de 2023. En ese momento, era posible utilizar las redes sociales para compartir información, recursos vitales y organizar el apoyo. En algunos casos, las víctimas de derrumbes que quedaron atrapadas entre los escombros pudieron tuitear mensajes con su ubicación, compartiéndolos con usuarios que tienen muchos seguidores. También se desarrolló una aplicación de silbido agudo que las víctimas podían utilizar para llamar la atención desde sus teléfonos. Por otro lado, la comunidad de las criptomonedas ha recaudado millones de dólares en donaciones, ofreciendo recursos financieros en tiempo real en una situación en la que las operaciones bancarias tradicionales se han visto interrumpidas.

También es posible considerar la importancia social de los satélites incluso en tiempos de calma climática, al poder llevar conectividad a escuelas establecidas en regiones remotas de la Amazonía, por ejemplo. Como resultado, permiten que los estudiantes de estos lugares tengan acceso al mismo nivel de información disponible para estudiantes de cualquier otra región del planeta.

O sea; De manera metafórica, independientemente de la fe que cada uno pueda tener, es imposible no contar con la ayuda de los cielos, en este caso de los satélites, para las innumerables necesidades que enfrenta la humanidad܂Ou seja; de uma forma metafórica, independente da fé que cada um possa ter, é impossível deixar de contar com a ajudas dos céus, no caso, dos satélites, para inúmeras necessidades que a humanidade já tem e ainda terá em proporções mais intensas nos próximos anos.