Los videojuegos te ayudarán a tomar mejores decisiones financieras
¿Cómo llevas tus objetivos para ahorrar este 2021? ¿Se te ha ido el presupuesto este verano debido a que has salido más de la cuenta a tomar algo? ¿Ha caído algún que otro capricho? Es normal: ahorrar dinero es uno de los retos más difíciles que te puedes plantear.
Por contra, pregunta a un gamer cómo administra su dinero en un videojuego de rol. Lo normal es que no se permita ni un capricho o un desliz.
Algunos jugadores pro tienen hasta plantillas de Excel para sopesar si les convienen o no comprar la Espada de la Medianoche Eterna para vencer al Dragón de la Ventisca Afilada. Salvar el mundo es importante sí, pero lo es más llegar a fin de mes.
Si juegas a videojuegos, sobre todo a títulos donde la economía tiene un papel fundamental, puede que te hayas preguntado alguna vez por qué eres un maestro de las finanzas y del ahorro en Hyrule, el Reino Champiñón o Azeroth mientras que en la Tierra no subes al nivel 2 ni con trucos o códigos.
Paul Zak, neurocientífico y profesor de la Universidad Claremont de California del Sur, tiene la explicación al respecto. Es más: explica para el portal Big Think que, más pronto que tarde, los videojuegos te acabarán ayudando a ahorrar y a controlar mejor tu economía.
Cómo tu cerebro sube de nivel
Primero, este experto en el mundo neuronal explica por qué cuesta tanto ahorrar. “Nos encantan las recompensas inmediatas. El problema es que, en la vida real, si queremos llegar a la parte buena, tenemos que ahorrar. Y eso es un estímulo doloroso para el cerebro”.
Así que la decisión de ahorrar, es decir, retrasar la gratificación inmediata para apostar por un posible placer difuso en el tiempo, es procesado por la mente como algo doloroso. Superar este dolor interno requiere una gran cantidad de energía… y por desgracia el cerebro es tremendamente holgazán. De ahí que, tras mucho debate sobre si comprarte o no un capricho, al final caes en la tentación.
Para cambiar de hábitos y convertir el ahorro en un placer, deben ocurrir dos cosas según explica este profesor. “Lo primero es que debes concentrarte en la información relacionada con ello, y tu concentración depende de la dopamina. Luego, tu cerebro perezoso debe importarle las consecuencias de tu decisión, y para eso necesitas oxitocina, la encargada de crear vínculos emocionales”.
Es esta combinación de dopamina y oxitocina la que te ayuda a encarar con disciplina una nueva dieta, dejar de fumar o ahorrar dinero. Y precisamente los videojuegos son unos expertos en incentivar al cerebro a producir estos 2 neurotransmisores.
Por qué los juegos son tan buenos domesticando tu mente
“Por diseño, los juegos utilizan retos y desafíos constantes para tener al cerebro siempre concentrado. A la mente le encanta la novedad. Si presto atención y tomo buenas decisiones en una aventura virtual, soy recompensado rápidamente, así que los juegos me entrenan para volver a sus mundos y seguir intentándolo”.
Por eso te es más fácil ahorrar, tomar decisiones, ser un buen líder, priorizar objetivos o en general aprovechar mejor el tiempo en los videojuegos. Sus recompensas cortoplacistas crean vínculos emocionales con el cerebro y dan un feedback rápido de que lo estás haciendo bien. Así que tomas nota y sigues.
En cambio, en la vida real no sonará una fanfarria en 16-bits cada vez que tomes una buena decisión. No escucharás a un narrador diciendo: “Poco sospechaba el héroe que no comprar eso en Amazon le ayudó más adelante a pagar una avería inesperada”. Esta falta de feedback instantáneo te impide convertirte en un protagonista óptimo para la aventura que es tu vida.
Ahora bien, ya existen algunas apps para móvil que lo que hacen es combinar las estrategias financieras de aplicaciones de ahorro convencionales con el sistema de recompensa y feedback inmediatos de los videojuegos. Esta combinación de videojuegos con aspectos de la vida real se le conoce como gamificación.
Apps financieras gamificadas
“Estas aplicaciones cogen el proceso de ahorrar y lo divide en pequeñas tareas divertidas”, explica Paul Zak. “Por ejemplo, hay una app que se llama Long Game Rewards que cada vez que ahorras dinero, te recompensa con acceso temporal a minijuegos. Si los superas los puedes canjear por puntos. Estas pequeñas recompensas encantan al cerebro y se le enseña un nuevo hábito sin dolor”.
Big Think precisamente charla con Lindsay Holden, directora general y cofundadora del estudio detrás de Long Game Rewards. Esta explica que decidieron vincular el ahorro a la posibilidad de ganar dinero para redirigir la atención de sus usuarios de círculos viciosos económicos como la lotería.
“En Estados Unidos la lotería mueve millones y millones de dólares. Y la gente que la suele comprar es precisamente la que no debería hacerlo. Así que hemos decidido hacer algo similar en Long Game pero en positivo”.
No es la única aplicación de finanzas que utiliza la gamificación para ayudar a sus usuarios a adoptar mejores hábitos. Fortune City es una aplicación que lleve disponible desde 2017. Más allá de las opciones comunes de este ámbito, utiliza logros para motivarte a ahorrar. Si superas objetivos puedes ampliar y gestionar tu propia ciudad virtual.
La investigación como método para ganar puntos de experiencia
El neurocientífico ya ha probado estas apps con algunos voluntarios para comprobar su efectividad. Y cree que se debe documentar cuanto antes el comportamiento de los primeros usuarios: “Hay que registrar la actividad cerebral para entender cómo diseñar mejores juegos así para que la gente deje de malgastar el dinero”.
Paul Zak apuesta por un futuro cercano en el que existan más aplicaciones o juegos que tengan esta misión, pero avisa que la investigación es también importante para evitar caer en el lado oscuro de la gamificación.
“Estas apps por contra pueden crear hábitos negativos en la mente si enseñan a tomar riesgos para conseguir la mejor recompensa posible. Eso entrenaría al cerebro a tomar más y más riesgos. Hay que ser cuidadoso con ello. Estos futuros juegos no pueden adaptar la filosofía gaming establecida hasta ahora al 100%”.
“El futuro es prometedor, pero todavía hay trabajo por delante”, finaliza el profesor. “Debemos seguir diseñando juegos que no solo te enseñen a pasarte la aventura: deben enseñarte también a pasarte la vida de forma efectiva”.