MariCar pierde juicio ante Nintendo por uso indebido de trajes al estilo de Mario Kart
MariCar se trata de un negocio que te invita a explorar las calles más importantes de Tokio, Japón como si estuvieras en una carrera de Mario Kart. Aunque nos parece una idea divertida y nos encantaría vivir esa experiencia, la realidad es que no cuenta con permiso de Nintendo y por lo tanto opera fuera de la legalidad. Por eso Nintendo decidió interponer una demanda contra ellos y hoy se reveló que ganó ese conflicto legal.
Según informa Takashi Mochizuki, corresponsal de The Wall Street Journal, la Corte Distrital de Tokio obligo a Mari Mobility Dev ―nuevo nombre de MariCar― a pagar una multa de ¥10,000,000 JPY (aproximadamente $89,000 USD) a Nintendo por compensación de daños. Además, la compañía tendrá que dejar de proveer disfraces de personajes de Mario Kart a sus consumidores.
Nintendo interpuso la demanda contra MariCar a inicios de este año. En ella señalaban que buscaban una compensación por el uso sin autorización de una de sus propiedades intelectuales. Asimismo, consideraba que era un negocio que dañaba a la franquicia Mario Kart. Es probable que la compañía lo considerara de ese modo debido a los accidentes relacionados con este servicio.
Una demanda que finalmente tuvo su sentencia, hecha por la Corte del Distrito de Tokio, la que ordenó a MariCar, que ahora se llama MariMobility a pagar 10 millones de yenes por compensación por concepto de imagen y a dejar de usar los trajes relacionados con Nintendo.
Si bien esto puede decepcionar a muchos ―en especial para quienes soñaban con viajar a Japón para probarlo―, la verdad es que era de esperarse. Después de todo, Nintendo no se puede dar el lujo de permitir que terceros lucren con sus franquicias así como así.
Lo bueno es que la apertura de su parque de diversiones está a un par de años de distancia, así que probablemente falta poco para que los fans puedan disfrutar una experiencia oficial de Mario Kart en la vida real.
Esto no significa que el servicio tenga que dejar de operar, pero claramente sin los trajes de Nintendo -que eran arrendados por la compañía- el servicio pierde la mitad de su gracia.