Hijo de Pablo Escobar opina sobre la lucha anti-narco en México
México, DF, 5 de marzo 2015 (Círculo Digital).- El hijo del narcotraficante colombiano más buscado en la década de los 90, Pablo Escobar Gaviria, acudió ayer al Senado para rendir su testimonio sobre cómo tuvo que cambiar de identidad para rehacer su vida alejado de las drogas y la violencia que genera la delincuencia organizada.
Sebastián Marroquín dejó atrás el nombre de Pablo Escobar Henao, con el que fue bautizado; ante la Comisión de Justicia dijo que México todavía está a tiempo de evitar una experiencia como la ocurrida en Colombia y se manifestó a favor de modificar la estrategia armada para combatir el narco.
Asegurando, que matando a los pacientes no se cura la enfermedad, por lo que precisó que es mejor evaluar los mecanismos de paz y no de guerra frente a las drogas. “Veo la repetición literal de mi historia familiar en las calles de mi querido México”.
A través de su libro “Mi padre”, el cual llevó al Senado, Sebastián Marroquín, pretende difundir cómo evitó convertirse en su papá, después de padecer las consecuencias de la violencia, destrucción y violación de derechos humanos en un país que fue literalmente sometido por la fuerza de Pablo Escobar.
Señaló que el narcotráfico es un negocio cortoplacista que promete algunas cosas, pero al final te arrebata todo, “tu vida, la de tus familiares, tu libertad, tu tranquilidad, tu paz. Mi padre amasó una gran fortuna y con ella no pudo comprar ninguna de esas cosas”.
Advirtió que ni los niños ni los adultos aprenden a punta de pistola y pidió a los gobiernos modificar su estrategia armada, pues la democracia tiene una deuda pendiente con la sociedad: firmar la paz con las drogas.
Recordó que su padre era admirado en Colombia porque ocupó vacíos del Estado y ese fue el refugio perfecto para desarrollar su actividad criminal. “Decía que su fortuna era de él, que sus amigos ya eran ricos y que utilizaba su propio dinero para resolver la construcción de escuelas y universidades. Tenía una idea loca de poner el narco al servicio de Colombia… decía: le voy a devolver al pueblo la dignidad que el Estado no le quiso dar”. (Con información de Milenio)
CA