Nepal prohibe jugar PUBG
PUBG y Fortnite son los reyes del momento en el mundo de los videojuegos, y hay millones de estudiantes que lo saben. Ahora es Nepal el que prefiere no permitirlo.
Nepal acaba de informar que prohíbe el juego, siguiendo el ejemplo de lo que se vio en la India hace poco, donde en algunas ciudades estaban arrestando a jugadores. Lo justifican indicando que la violencia del juego es perjudicial para los niños, es demasiado adictiva y los niños se distraen de su educación.
Según Sandip Adhikari, director adjunto de la Autoridad de Telecomunicaciones de Nepal (NTA), la prohibición se implementó “porque es adictiva para los niños y adolescentes”. Continuó diciendo que habían ordenado a todos los ISP, operadores móviles y proveedores de servicios de red bloquear el juego. El cambio se hizo efectivo el jueves, por lo que en estos momentos ya no hay jugadores de dicha región.
“Recibimos varias quejas de padres, escuelas y asociaciones escolares sobre el efecto del juego en los niños. También mantuvimos conversaciones con psiquiatras antes de solicitar al Tribunal de Distrito de Katmandú permiso para prohibir el juego. Los padres y las escuelas se habían quejado de que el juego afectaba los estudios de sus hijos y los hacía más agresivos. Cuando consultamos con los psiquiatras, también dijeron que la violencia en el juego puede hacer que la gente sea agresiva en la vida real”.
Una vez que el tribunal otorgó permiso para imponer la prohibición de jugar a PUBG, a partir del viernes, la Autoridad Nacional de Telecomunicaciones ordenó a los proveedores de servicios móviles y de Internet que bloquearan todo acceso al juego, y la policía local dice que arrestará a cualquiera que se descubra que está jugando el juego en sus teléfonos. Así que ahora mismo jugar a PUBG en el Nepal es considerado un delito criminal.
No hay informes de incidentes relacionados con el juego PUBG, pero sí muchas quejas de padres que indicaban cómo sus hijos estaban distraídos. Por lo visto el gobierno cree que prohibiendo un juego se solucionará el problema, habiendo tantas y tantas alternativas para que los jóvenes sigan “distraídos”.
Prohibir juegos no es la mejor solución, pero sí es más rápido que implantar un sistema de educación para padres e hijos que ayuden a definir momentos para ciertas actividades, a entender cómo la tecnología empapa a las nuevas generaciones y cómo se debe mantener un diálogo efectivo dentro de las familias para evitar tan dañinas distracciones.