Reseña: Resident Evil 3: Remake
Los finales de los 90s fueron quizás para muchos los años en los que la industria de los videojuegos rompía esa barrera de una historia cinemática y de gameplay puro y bruto. Es verdad que ya desde antes habíamos tenido otro tipo de experiencias que se enfocaban en historias magistralmente contadas sin necesidad de recurrir a mundos 3D o CGI, pero vamos, eran estos años cuando la sofisticación de los videojuegos les permitía producciones como en el caso de Resident Evil.
En 1999 Capcom nos agasajó con “Resident Evil 3: Nemesis” a tan solo un año de distancia de su precuela (La cual muchos consideran como el mejor juego de la serie). Sabiendo esto, 20 años después se repite la historia y a tan solo un año del genial lanzamiento de “Resident Evil 2 Remake” Capcom nos sorprende con un titulo que pasó por la misma hojalatería que su predecesor.
“Resident Evil 3: Remake” nos cuenta la historia de cómo Jill Valentine, quien era miembro del equipo de elite S.T.A.R.S y uno de los personajes principales en la mansión del primer RE, tiene que escapar de Raccon City. Claro que esto no será nada fácil, pues nadie en la ciudad respetó el #QuedateEnCasa y se desató una maldita pandemia zombi, pero por si no fuera suficiente, un mastodonte que en realidad es un arma biológica de la corporación Umbrella se encuentra tras los huesitos de esta dulce damita y no se detendrá hasta darle cas o quien sabe que más.
Es lo mismo, pero no es igual
Lo primero que te contaré de esta nueva versión de RE3 es que en esencia se respetó todo el contenido original, pero con ciertas libertades que definitivamente le dan un aire de frescura y que se adapta a la actualidad en la que los gamers ya no están taaaaaan abiertos a pasar por alto algunas sobre actuaciones como en esos años (si, te estoy hablando a ti opening del primer RE). Precisamente por todo esto, la mayoría de los personajes pasaron por un rediseño bastante adecuado para estos tiempos en los que en Twitter te linchan si aceptas públicamente que no quieres que tu perro se convierte vegano.
Las mecánicas del juego han variado significativamente si las comparamos con lo que pudimos experimentar en RE2 Remake, pues como todos sabemos, Jill no es ninguna mujer indefensa, más bien es un elemento entrenado y bastante badass, por lo que contarás con un movimiento para esquivar, que si presionas en el momento justo, el tiempo transcurrirá más tiempo por unos instantes para patear un par de putrefactos traseros zombis.
Algo que era muy emblemático de RE3 era el hecho de poder tomar decisiones rápidas en algunos momentos en los que Némesis se te aparecía y no estoy hablando de la decisión de cambiar tus pantalones en la vida real por el susto, más bien algunas salidas rápidas para descontarte a Némesis, pero en está versión todo eso se fue para no estropear el ritmo nuevo del juego.
Se ve muy chulo
Al igual que RE7 y RE2 Remake, está nueva entrega cuenta con el impresionante RE Engine, el cual ha demostrado un desempeño impresionante, texturas super realistas y fuentes de luz dinámicas que tendrás que ver para creer, sobre todo si lo pruebas en Xbox One X, ps4 Pro o PC, pues en estas plataformas es donde alcanza su potencial grafico dejando a Xbox One y PS4 originales con 900p y 1080p dinámico respectivamente con una taza de fps algo inestables.
El pilón y algo más
Algo que es una realidad es que RE3 Remake es un juego bastante corto, como lo era el original (como 7 horas de juego más o menos), así que este título incluye un multijugador llamado Resident Evil Resistance, el cual es bastante decente y entretenido. Formas parte de cuatro sobrevivientes para abrirte paso ante las aberraciones de Umbrella, o bien, puedes ser el loco psicópata encargado de darles con todo a los cuatro pobres pelados que corrieron con la mala fortuna de cruzarte en tu camino.
