Sam Bankman-Fried ya no podra jugar a ‘League of Legends’ desde la cárcel

Sam Bankman-Fried, ex CEO del exchange de criptomonedas FTX, podría dejar de jugar a League of Legends y a otros videojuegos si se aprueban los nuevos cambios propuestos por la fiscalía estadounidense a las condiciones de su libertad bajo fianza.

En una carta enviada el 15 de febrero al juez de distrito Lewis Kaplan, el fiscal Damian Williams pedía al tribunal que ampliara las restricciones sobre el uso de dispositivos electrónicos por parte de Bankman-Fried.

Señaló el reciente uso de dispositivos por parte de Bankman-Fried como motivo de preocupación, y se mostró de acuerdo con la intuición del tribunal de que era “poco apropiado” centrarse únicamente en restringir el uso de aplicaciones, añadiendo:

“El Tribunal tiene ante sí los antecedentes de un acusado que parece estar motivado para eludir la vigilancia y encontrar lagunas en las condiciones de libertad bajo fianza existentes. El curso apropiado, por lo tanto, es restricciones más amplias en el uso del teléfono móvil, tableta, ordenador e internet del acusado, con excepciones limitadas.”

Los fiscales proponen que se prohíba a Bankman-Fried el uso de teléfonos móviles, tabletas, ordenadores o internet, excepto para usos muy limitados como revisar pruebas previas al juicio, comunicarse con abogados y acceder a correos electrónicos.

Se le restringiría el uso de un solo ordenador y un teléfono móvil, que además de su cuenta de Gmail serían vigilados mediante un “registro de pluma”, que es un dispositivo o proceso que esencialmente produce una lista de números de teléfono de direcciones de Internet contactadas de una fuente específica.

Se sabe que Bankman-Fried es un ávido jugador y que ha jugado a videojuegos en línea como League of Legends durante las rondas de recaudación de fondos mientras estaba en FTX. 

Bankman-Fried también mencionó durante una entrevista con el New York Times el 13 de noviembre que le gusta jugar, ya que le ayuda a “relajarse un poco” y despejar la mente.

Según las nuevas condiciones de libertad bajo fianza propuestas, parece que Bankman-Fried ya no podrá participar en esta actividad.

A principios de este mes, se prohibió al ex CEO el uso de aplicaciones de mensajería encriptada tras descubrirse que había contactado con posibles testigos en su caso penal.

El 14 de febrero también se le prohibió temporalmente el uso de VPN después de que el Departamento de Justicia descubriera que había utilizado una VPN en dos ocasiones distintas para ver retransmisiones deportivas. Esta prohibición se debatirá más a fondo en una vista que tendrá lugar el 16 de febrero.

Bankman-Fried compareció ante el tribunal por primera vez en días para abordar las implicaciones legales de su uso de una VPN el 29 de enero y el 12 de febrero. Los abogados de SBF alegaron que había estado viendo el fútbol en los días en cuestión, pero los fiscales dijeron que el uso de una VPN planteaba “varias preocupaciones potenciales.”

Los fiscales sugirieron restringir el uso de VPN de Bankman-Fried como condición para su libertad bajo fianza, al igual que han hecho con determinadas aplicaciones de mensajería y el contacto con empleados actuales o anteriores de FTX y Alameda Research. Al parecer, el juez Kaplan no amplió las condiciones de la fianza de SBF para incluir restricciones a Internet o VPN en la vista, pero pidió a su equipo jurídico que proporcionara un asesor dispuesto a explicar las implicaciones de la tecnología en el tribunal.

Está previsto que el juicio penal de Bankman-Fried comience en octubre, cuando se enfrentará a ocho cargos penales que incluyen fraude electrónico e infracciones de la ley de financiación de campañas. Los deudores en el caso de quiebra de FTX también han enviado una citación al ex-CEO, ordenándole que presente al tribunal determinados documentos e información relacionados con su etapa en FTX.

A muchos miembros de la criptocomunidad les disgustaron las condiciones iniciales de la fianza de Bankman-Fried, que le obligaban a llevar una pulsera en el tobillo pero le permitían pleno acceso al ordenador y a Internet desde la lujosa casa de sus padres en la soleada California.