Siguen culpando a los videojuegos de la violencia

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Los videojuegos han sido erróneamente considerados culpables de todo tipo de comportamientos violentos, incluidos los tiroteos masivos. Ahora, nuevo informe sugiere que no solo se trata de un error, sino que se basa en suposiciones racistas. El trabajo, publicado en la revista Psychology of Popular Media Culture, llega a sus conclusiones a través de dos experimentos. En el primero, los investigadores analizaron más de 200.000 noticias sobre 204 tiroteos masivos, recopiladas por el proyecto Mass Shootings in America de la Universidad de Stanford (EE. UU.) en las últimas cuatro décadas. En el otro estudio pidieron a 169 estudiantes universitarios que leyeran relatos ficticios de tiroteos y luego discutieran la posible causa.

En el experimento con los estudiantes, los participantes, un 88 % blancos y un 65 % mujeres, leyeron un relato inventado sobre un tirador masculino de 18 años del que se decía que estaba obsesionado con los videojuegos. La mitad de las historias incluían una foto de un hombre afroamericano; en la otra mitad la foto era de un hombre blanco.

Los estudiantes debían clasificar si estaban de acuerdo (1 significaba desacuerdo total, 7 muy de acuerdo) con afirmaciones: que el hecho de que el autor del crimen jugara a videojuegos violentos probablemente fue un factor que contribuyó a su delito y que el delito de este tirador no estaba relacionado con los videojuegos violentos.

El coautor del estudio y director del Laboratorio de Investigación Interpersonal de la Universidad de Villanova (EE. UU.), Patrick Markey, afirma que encontró una diferencia pequeña pero estadísticamente significativa entre el número de personas que estaban totalmente de acuerdo en que los videojuegos influyeron en el caso del tirador blanco y aquellos que dijeron lo mismo del tirador negro.

El segundo estudio, el análisis de la cobertura de los medios, utilizó búsquedas de palabras clave de LexisNexis para analizar miles de artículos publicados en los últimos 40 años. El análisis demostró que los periodistas mostraban diferentes imágenes en función de la raza del tirador. De hecho, los videojuegos tenían más de ocho veces más probabilidades de ser mencionados en un artículo de noticias sobre un presunto tirador blanco.

“Ambos estudios mostraron que… hay interés y debate en torno a los videojuegos en el caso de los tiradores blancos, mientras que cualquier otra explicación vale para otros grupos minoritarios”, asegura el investigador de Virginia Tech (EE. UU.) y coautor del artículo James Ivory.

¿Por qué sucede esto? Para Ivory es un fenómeno bastante más complicado que el simple racismo. El investigador detalla: “Muchos de nosotros que creemos que no tenemos ni una sola célula racista en nuestro cuerpo, pero ciertas explicaciones [para la violencia y el crimen] nos parecen mejores que otras”. Para el investigador se trata de un sesgo implícito, es decir, el fenómeno psicológico de atribuir inconscientemente alguna cualidad estereotípica (generalmente infundada) a un grupo específico: “Los asiáticos son mejores en matemáticas”, por ejemplo.

Los videojuegos violentos no generan violencia

En 2015, el profesor de psicología de la Universidad de Stetson (EE. UU.) Chris Ferguson realizó uno de los metanálisis más extensos sobre videojuegos y violencia, y no encontró ninguna prueba concluyente de que los videojuegos violentos provoquen problemas de salud mental, mayor ansiedad o depresión, o cualquier otro impulsor de un comportamiento violento. El investigador señala: “La explicación fácil, pero a menudo incorrecta, es que los videojuegos les impulsaron a hacerlo”.

Destaca que este estudio, en el que no ha participado, le recuerda a Grand Theft Fallacy, un concepto que creó junto a Markey. Sugiere que existe una tendencia a vincular los videojuegos violentos con los delitos violentos, independientemente de si existe alguna evidencia de ese vínculo.

Cuando este tipo de cosas aparecen una noticia que especula sobre la causa de por qué un tirador pudo haber cometido un asesinato en masa, el contexto de los propios asesinatos no parece muy importante. Estos estereotipos podrían perjudicar a los tiradores negros, que podrían enfrentarse a condenas más severas o ser considerados sospechosos sin motivo.

Ferguson detalla: “En los casos de hombres afroamericanos o latinos, no se trata de los videojuegos; son crímenes urbanos o violencia de pandillas, algo que deberíamos esperar en esos barrios. Pero cuando se trata de un niño blanco de un barrio razonablemente rico, somos más propensos a buscar causas externas en el crimen. La gente se pregunta: ‘¿Qué provocaría que un niño blanco agradable cometiera un crimen como este?’ Piensan que algo los corrompió”.

El falso vínculo entre los videojuegos y la violencia lleva años en el debate sobre la violencia armada, a pesar de que un estudio tras otro lo ha desmentido. Tanto Ferguson como Ivory sugieren que se trata de falsas pistas que desvían la atención del problema real de los tiroteos masivos: el control de armas.

El segundo afirma: “El debate no va de videojuegos. Los videojuegos aparecen cuando ellos [los políticos] no quieren hablar de otras cosas, como la regulación de armas de fuego. Cuando existe un debate sobre los videojuegos y la violencia, es más algo de lo que [los políticos] no quieren hablar”.

Sin embargo, a pesar de lo difícil que resulta sacar los videojuegos de la conversación, los prejuicios raciales que la gente apenas sabe que tiene serán mucho más difíciles de eliminar.

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