Sony reclama al regulador del Reino Unido por favorecer a Microsoft
Sony ha criticado la posición favorable de la Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido (CMA) a la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, ya que considera “sorprendente, sin precedentes e irracional” esta postura.
La CMA espera publicar el próximo 26 de abril los resultados finales de la investigación que está realizando sobre la compra de la desarrolladora de videojuegos por parte de la compañía estadounidense y su impacto en el mercado de los videojuegos de Reino Unido.
En sus conclusiones provisionales de febrero planteó la posibilidad de que el cierre de la compra pudiese generar problemas de competencia con los servicios de juegos de la consola y en la nube.
Sin embargo, a finales de marzo matizó estas conclusiones, reconociendo que “en general, la transacción no resultará en una disminución sustancial de competencia en relación con el juego en videoconsola en el Reino Unido“.
Así, sugirió que no cree que la compra de la creadora de videojuegos pueda afectar a las ventas de las consolas de manera significativa, incinanando la balanza a favor de Microsoft.
Sony ha respondido a estas valoraciones con sus correspondientes observaciones y ha asegurado que este cambio de postura por parte del regulador de Reino Unido es “sorprendente, sin precedentes e irracional”.
“Los hallazgos provisionales juzgados muestran significativas pruebas para apoyar que Microsoft tendría la potestad y el incentivo de quedarse para sí el contenido de Activision, y esto dañaría sustancialmente la competencia con PlayStation”, ha subrayado la tecnológica japonesa.
Microsoft lleva varias semanas cerrando acuerdos con otras plataformas para facilitar el acceso a los juegos para PC de Xbox y de Activision Blizzard por un periodo de diez años tras el cierre de la compra, que ya han firmado Nintendo, Ubitus, Boosteroid y Nvidia.
Sony ha rechazado un acuerdo de estas características, mientras que Valve ha optado por no aceptarlo y, en su lugar, mostrar su confianza en el responsable de Xbox, Phil Spencer.