The Sexy Brutale el juego que te obliga a cometer errores
The Sexy Brutale es la obra de puzles del estudio británico Cavalier Studios con la colaboración de uno de los estudios españoles más exitosos, Tequila Works. A pesar de que la obra se llevó grandes ovaciones por parte de la crítica especializada, no llegó a hacer demasiado ruido entre el público general al ser una obra independiente con una propuesta un tanto particular. Pero, más allá de esto, lo que está claro es que The Sexy Brutale hace un trabajo enorme en muchos aspectos, y uno de ellos es la forma en la que trata el fracaso.
Pero, antes de entrar en detalles, pongámonos en contexto. The Sexy Brutale es una obra de puzles en la que la acción transcurre a lo largo de unas cuantas horas dentro del juego. En estas horas permanecemos encerrados en una enorme mansión en la que se lleva a cabo una fiesta de disfraces.
Sin embargo, con el tiempo aprendemos que todo sale mal, la mansión está maldita y todos los invitados de la fiesta están destinados a morir de una u otra forma. Pero hay una última esperanza, nosotros, que por gracia o desgracia estamos condenados a repetir estas terribles horas hasta el fin.
De esta forma, The Sexy Brutale nos pone en una situación en la que debemos salvar a todos los asistentes uno por uno, cambiando ciertos detalles que los rodean y que son claves para su trágico desenlace. Dada nuestra condición de repetir incansablemente las mismas horas, nuestra misión se basa en espiar a los diferentes asistentes y estar atentos a lo que les rodea para conocer exactamente sus movimientos, los de sus asesinos y los objetos clave para, eventualmente, poder detener todo lo que conduce a la muerte de los personajes.
Por las propias premisas del videojuego, el fracaso se pone desde el principio como algo que está presente, que no afecta negativamente y que incluso resulta necesario para progresar. Cada día en esta mansión empieza de 0 y eso hace que tanto el éxito como el fracaso conduzcan prácticamente al mismo sitio: a volver a empezar el día par tratar de salvar a uno de los invitados. En este sentido, la forma en la que The Sexy Brutale trata el fracaso es estupenda y consigue que la obra no resulte frustrante en ningún momento.
Pero este título va incluso más allá y nos obliga a fracasar. Para poder salvar a cada invitado debemos saber, en primer lugar cómo, cuándo y dónde muere, y eso es al menos un intento fallido. Una vez sabemos esto, debemos explorar su alrededor para saber quién y cómo orquesta su funesto desenlace, y eso implica otro intento fallido más.
Y cuando tenemos claro cómo ocurre todo, debemos darle vueltas a la situación y probar diferentes alternativas hasta dar con la solución al tétrico puzle que permita mantener con vida al personaje que hemos estado espiando. Y todo ello implica que hemos fracasado muchas veces con cada uno de los invitados a los que tenemos que salvar.
Cada fracaso es un paso adelante. Nunca te acostarás sin saber algo nuevo, dicen, y The Sexy Brutale lo aplica al pie de la letra. Cada nuevo día en la mansión es una oportunidad para aprender acerca de los invitados a los que debemos salvar.
Nada de mensajes de derrota por pantalla, fracasar es natural, está bien y es necesario para aprender. Y eso es lo mejor que nos enseña The Sexy Brutale en medio de su sobresaliente conjunto.