Videovigilancia en los estadios está al servicio de los aficionados para que no suceda “nada”
Por Manuel Zamudio, Gerente de Asociaciones Industriales para el Norte de América Latina y el Caribe en Axis Communications.
El mundial de futbol, así como todos los eventos deportivos, de entretenimiento, y de cualquier índole que se realicen en grandes recintos como estadios, requieren un gran trabajo previo y detrás, desde la logística hasta la seguridad de los asistentes.
En temas de seguridad, cuando no sucede “algo” es difícil evaluar el resultado de un buen trabajo. Mientras más tiempo pase sin suceder ese “algo”, existen mayores probabilidades de que suceda. ¿Y qué puede suceder? Bueno, hagamos una lista de los incidentes que ya han ocurrido: desde el ingreso de personas o grupos que representan una amenaza a la seguridad de los asistentes, conductas no deseadas, violencia, venta y/o consumo de drogas o de alcohol a menores, entro otras.
Algunas otras situaciones que pueden ocurrir son los comportamientos negligentes de los propios organizadores, que pueden provocar una sanción al estadio, como permitir el ingreso de armas, errores en el cálculo de aforo o fallas en el control de accesos, en la protección de los perímetros, la obstrucción de rutas de evacuación, escaleras, corredores, tolerancia al vandalismo, el comercio ilegal, etc. Todo esto debe ser considerado previamente, y apoyarnos en la tecnología para prevenir estos incidentes, y más, en este caso los sistemas de videovigilancia.
Si bien, los sistemas de videovigilancia no reemplazan al personal de seguridad ni a la gestión de esta, se trata de una herramienta que puede ser muy útil en la detección de los incidentes o problemas potenciales, así como para evaluar la situación al momento e investigar cualquier eventualidad, con el fin de deslindar responsabilidades o simplemente como parte del proceso de mejora continua.
Un ejemplo que puedo compartir es del estadio Centenario de Uruguay que, desde 2018, combinó cámaras IP con sistemas de reconocimiento facial, lo que ha permitido la identificación y restricción de acceso al estadio a individuos que se han visto involucrados en robos, peleas o están vinculados al tráfico de drogas.
A través de este sistema, el personal de seguridad del recinto recibe notificaciones automáticas generadas mediante verificación cruzada de antecedentes, que permiten comprobar la presencia de alborotadores o personas que tienen prohibida la entrada al estadio, todo gracias a una lista unificada que comparten la Asociación Uruguaya de Fútbol, el Ministerio del Interior y los clubes de fútbol.
Este sistema permite efectuar 25 identificaciones faciales por segundo y adoptar las medidas necesarias, lo que ha cambiado el comportamiento de los espectadores del fútbol en Uruguay.
Después de ver hasta 200 personas detenidas en distintos incidentes en el mismo partido de fútbol, este número se ha reducido a una media de 10 detenciones por partido. Ahora el público sabe que, si algo sucede, habrá pruebas documentales y consecuencias. Esta nueva realidad ha animado a las familias con niños y adultos mayores —que, poco a poco, habían dejado de acudir a las gradas sentirse inseguras— a volver a disfrutar de los partidos de fútbol.
Además de evitar el daño a la imagen pública del estadio y de los organizadores, y por supuesto, de reducir el riesgo que corren los asistentes, el sistema de videovigilancia permite la optimización de procesos, la automatización de algunas actividades, búsquedas eficientes, alertas tempranas y la generación de datos estadísticos que permitan enriquecer la experiencia de todos los que participan en los eventos.
Los sistemas de seguridad existentes tienen la capacidad de visualizar situaciones e incluso de detectarlas automáticamente mediante analíticas de video que son aplicaciones de software que generan automáticamente descripciones de lo que ocurre en el video, es decir, “metadatos”. Esa información puede utilizarse para enumerar personas, coches y otros objetos detectados en el flujo de video, así como su aspecto y movimiento. Después, puede usarse para ejecutar acciones, como decidir si se envía una notificación al personal de seguridad o si se inicia una investigación.
Un ejemplo de los beneficios de las soluciones de videovigilancia fue en la ciudad de Houston, en Estados Unidos, que en 2017 se preparaba para recibir a más de un millón de asistentes y garantizar la seguridad del Super Bowl, así como las atracciones del centro urbano. Sin embargo, las estructuras móviles y temporales habían dado lugar a un despliegue caótico, y las interferencias de la conexión inalámbrica en el centro de la ciudad suponían un problema a la hora de transmitir los datos de las cámaras a los dos puestos de control principales de la ciudad: el Centro de Delitos en vivo y el Centro de Operaciones de Emergencia.
Una amplia cantidad de agencias gubernamentales y locales utilizaron el sistema general de cámaras fijas, PTZ y térmicas para sus propias necesidades. Entre ellas se encontraban los cuerpos de policía, bomberos, gestión de emergencias y transporte. El evento fue un éxito para la ciudad de Houston. Las cámaras y la red de socios añadieron una necesaria herramienta de análisis que, además de respaldar las operaciones terrestres relacionadas con el acontecimiento, estableció la plataforma con la cual seguir avanzando en el uso de tecnología para fines generales de protección en la ciudad.
Además del uso de los equipos para ayudar en múltiples tareas de seguridad, supervisión de la operación de los recintos y para la protección de la gente, también se puede utilizar la infraestructura de videovigilancia para otros fines, como lo hace la Liga de Hockey de Ontario. Para facilitar la toma de decisiones sobre goles y sanciones (caos entre bastones, patines y jugadores, el disco con velocidades superiores a los 145 km/h), se instalaron cámaras de alta resolución y de 60 fps, software de administración de video (VMS), señales de video de las cámaras de televisión, incluyendo el sistema de repetición instantánea. Todo eso permitió a los jueces revisar cada penalti y cada gol desde varios ángulos de cámara antes de tomar la decisión final sobre una acción del árbitro.
Como vemos, los beneficios de la videovigilancia son muchos, desde garantizar la seguridad y protección para la gente, mejorar los sistemas de prevención de pérdidas, prevenir responsabilidades potenciales antes de que ocurran, utilizar el material para mejorar la capacitación del personal y la optimización de las labores del personal, entre otros. Además, el uso de tecnología moderna no solo minimiza posibles multas, sino que mejora la experiencia de los aficionados, socios y proveedores, lo que incrementa, la confianza, la demanda y la asistencia a los eventos.
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