Voldemort tenía un octavo Horrocrux que pocos conocen
Crear un Horrocrux es una de las técnicas más bajas y ruines dentro de las historias de Harry Potter. Al tratarse de un acto de maldad extremo, obviamente uno de sus protagonistas es Voldemort. En principio para ejecutar esta creación es necesario practicar un asesinato. Esto genera un rompimiento en el alma.
En la historia de J.K Rowling el pedazo de esencia que se desprende, se coloca en un objeto. La cantidad de estos, es equivalente a las vidas que cobraste con tus propias manos.
Entonces volvemos a Voldemort, que tenía siete. Seis realizados a voluntad propia y uno por accidente: Harry Potter. Pues sí, cuando el innombrable decidió asesinar a los padres del chico, también lo quería matar a él, pero no pudo. Entonces allí existió la creación de un Horrocrux dentro del pequeño Potter. El resto son la serpiente Nagini; La diadema de Rowena Ravelclav; El guardapelo de Salazar Slytherin; La copa de Helga Hufflepuff; El diario de Tom Ryddle y el anillo de Sorvolo Gaunt.
Sin embargo, existió un octavo al momento en que el villano poseyó al maestro Quirinus Quirell. Voldemort ya había dividido su alma para que él mismo sirviera como una especie de Horrocrux y así poder recuperar el resto de sus partes. Entonces aquí también aprovechó para meterse dentro de la mente del maestro e intentar corromperlo.