Wagner Moura busca impulsar la representación brasileña en Hollywood con ‘Dope Thief’

0
52

El actor brasileño Wagner Moura, quien saltó a la fama internacional con su interpretación de Pablo Escobar en la primera entrega de la serie de Netflix ‘Narcos’, dijo a EFE que se ha impuesto la misión de ampliar la representación de los brasileños en Hollywood y celebrar el cine de su país, ya reconocido por los premios Óscar.

Al hablar del éxito de la película brasileña ‘I’m Still Here’, protagonizada por la actriz Fernanda Torres y dirigida por Walter Salles, ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera, Moura se hincha de orgullo.

“El reconocimiento es maravilloso, pero para mí lo mejor es que los brasileños han abrazado la película y todos los que han participado. Ven a los artistas, a Fernanda, a Salles y se ven en ellos. Ese es el regalo de esta película”, subrayó.

La cinta, que se conoce en español como ‘Aún estoy aquí’, cuenta la historia de la activista de derechos humanos Eunice Paiva, después de que su marido Rubens Paiva se convierte en uno de los desaparecidos de la dictadura brasileña en la década de 1970.

Con un presupuesto de 1,5 millones de dólares, la cinta ha recaudado 10 millones de dólares en Brasil y ha superado los 27,4 millones de dólares a nivel internacional.

Para Moura, (Salvador, Brasil, 1976), apoyar la cinta es parte de su objetivo.

Otro tipo de esfuerzo es su nuevo papel en la serie ‘Dope Thief’ de Apple TV+, que se estrena el próximo 14 de marzo. Allí interpreta a Manny Carvalho, un personaje cuyo apellido fue cambiado por sugerencia del actor para reflejar su identidad brasileña.

“Siempre abogo por que los personajes que interpreto sean brasileños, no solo porque estoy orgulloso de haber nacido allí, sino porque Brasil es un país con una representación significativa en la integración latina. Cuando conversé con Peter (Craig, creador de la serie) sobre esto, fue muy receptivo y accedió a cambiar el nombre del personaje”, contó Moura.

Así, el Manny Cepeda del libro de Dennis Tafoya pasó a ser Manny Carvalho. “Me siento también más cómodo con mi acento, con quien soy”, explicó.

La comunidad brasileña en Estados Unidos ha crecido significativamente en las últimas décadas. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, en 2023 residían aproximadamente 2,1 millones de brasileños en el país, con grandes concentraciones en Florida, Massachusetts y Nueva York. No obstante, la representación de esta comunidad en la industria del entretenimiento ha sido limitada.

Moura se une a un creciente grupo de artistas brasileños que han encontrado un lugar en Hollywood, entre ellos Camila Mendes (‘Riverdale’), Rudy Mancuso (‘The Flash’), Barbie Ferreira (‘Euphoria’) y Alice Braga (‘Queen of the South’). Con su trayectoria, Moura se ha convertido en una figura clave para la mayor inclusión de brasileños en la industria.

La serie fue creada por el cineasta Ridley Scott y Craig, guionista de películas como ‘Gladiador II’ y ‘Top Gun: Maverick’.

El drama de los desaparecidos en Suramérica vuelve a los Óscar

El Óscar para ‘Aún estoy aquí’ llega en momentos en que Brasil debate su propio drama sobre la desaparición forzada y el golpismo, que volvió a mostrar en el país su cara el 8 de enero de 2023, cuando miles de ultras asaltaron el corazón del poder político en Brasilia.

La obra del director Walter Salles, que se llevó el premio al mejor filme internacional, narra la tragedia desatada en la vida de Eunice Paiva y sus hijos después del secuestro y desaparición de su esposo, el exdiputado Rubens Paiva, en el Río de Janeiro de 1971, un drama similar al sufrido por decenas de miles de suramericanos bajo cruentas dictaduras.

Es el primer Óscar para el cine brasileño, que ha sido finalmente premiado en Hollywood por una historia real ocurrida durante lo que en el país se recuerda como “los años de plomo” de una dictadura que se instaló en 1964 y solo acabó en 1985, 21 años después.

Una dictadura enaltecida por el expresidente Jair Bolsonaro, un ultraderechista capitán de la reserva del Ejército que llegó al poder en 2019 por el voto popular y ahora está cerca de responder ante la Corte Suprema como supuesto mentor de una conspiración golpista que desembocó en los sucesos del 8 de enero de 2023.

Ese día, miles de activistas de extrema derecha asaltaron las sedes de la Presidencia, el Parlamento y la Corte Suprema exigiendo que las Fuerzas Armadas derrocaran al Gobierno del progresista Luiz Inácio Lula da Silva, que se había impuesto a Bolsonaro en las elecciones de octubre de 2022.

En el bolsonarismo hubo silencio tras el primer Óscar para el cine brasileño, que en el Gobierno y el mundo de la cultura del país potenció aún más el delirio del carnaval, la mayor fiesta popular de Brasil.

Sin ninguna mención directa a la coyuntura actual del país, Lula celebró el Óscar de ‘Aún estoy aquí’, a la que consideró como “una extraordinaria obra que mostró a Brasil y al mundo la importancia de la lucha contra el autoritarismo”.

Lula tampoco aludió a un proyecto de amnistía para los implicados en los sucesos de enero de 2023 que la extrema derecha impulsa en el Parlamento, pero sí lo hicieron muchos de los miles de brasileños que, en pleno Carnaval, celebraron el éxito de la película.

“Sin amnistía” fue un grito entonado en las fiestas de Carnaval que silenciaron por un momento sus tambores cuando llegó la hora del anuncio del Óscar a la mejor película internacional, en plena medianoche brasileña.

Esa misma frase ha sido escuchada en los cines de Brasil al final de la exhibición de ‘Aún estoy aquí’, película que ha reabierto un viejo debate sobre una amnistía dictada en 1979 por el propio régimen militar, que perdonó crímenes de lesa humanidad cometidos por los agentes de la dictadura.

El drama de la desaparición forzada llegó por primera vez a los Óscar en 1983. Fue con ‘Missing’, del director grecofrancés Costa-Gavras, protagonizada por Jack Lemmon y Sissy Spacek.

La película discurre sobre el secuestro y posterior desaparición del periodista neoyorquino Charles Horman en el Chile del dictador Augusto Pinochet, que todavía gobernaba cuando el filme fue rodado y cuyo régimen prohibió que fuera exhibido en el país.

‘Missing’ fue candidata a los Óscar de Mejor película, Mejor actor y Mejor actriz (Lemmon y Spacek) y Mejor Guión Adaptado, el único que ganó.

Tres años después, en 1986, la Academia de Hollywood volvió a premiar un duro filme sobre la brutal represión de los regímenes militares en Suramérica durante las décadas de 1960 y 1970.

Fue ‘La historia oficial’, del argentino Luiz Puenzo, sobre una profesora que descubre que su hija adoptiva había nacido del vientre de una desaparecida asesinada por la dictadura que imperó en Argentina entre 1976 y 1983.

Protagonizada por Héctor Alterio y Norma Aleandro, fue, como ‘Aún estoy aquí’ para Brasil, la primera película argentina premiada con un Óscar y también la primera de América Latina.

El Carnaval se dispara en Brasil impulsado por el Óscar logrado por ‘I’m Still Here’

El desenfreno y la euforia de las fiestas del Carnaval de Brasil se dispararon, impulsados por el Óscar logrado por la película ‘I’m Still Here’ (Aún estoy aquí), que le dio un incentivo adicional a la más multitudinaria farra popular del país suramericano.

Los ‘blocos’, comparsas que recorren las calles de todo Brasil en el largo festivo de Carnaval, se llenaron de disfraces alusivos al premio a la mejor película internacional logrado por la obra del cineasta Walter Salles en la gala de Hollywood, que supuso el primer Óscar para el cine nacional.

Miles de personas acudieron a las fiestas emulando la estatuilla más codiciada del cine y muchas otras usaron máscaras con el rostro de Fernanda Torres, protagonista de ‘Aún estoy aquí’ que se quedó sin el Óscar a la mejor actriz pero se ganó el corazón del país con su nominación.

Agrupaciones como ‘Sargento Pimenta’, que desde hace más de una década toma las calles de Río de Janeiro con música de The Beatles adaptada al ritmo del carnaval carioca, homenajearon a la película de Salles.

Salvador, la capital del estado de Bahía, que tiene uno de los carnavales más animados del país, este año se rindió también a lo que muchos ya han definido como ‘Carnaoscar’.

Los multitudinarios desfiles en las calles de Salvador llegaron a paralizarse y los siempre frenéticos tambores hasta silenciaron durante un instante, cuando llegó el momento del anuncio del Óscar a la mejor película internacional, que coincidió con la medianoche brasileña.

El estruendo fue mucho mayor después de que la actriz española Penélope Cruz dio en Hollywood la noticia que todo el mundo de la cultura brasileña esperaba desde hace décadas: el primer Óscar para el laureado cine nacional.

Lo mismo sucedió hasta en el Sambódromo de Río de Janeiro, cuyas tribunas, colmadas por decenas de miles de personas, estallaron en una larga ovación cuando por los altavoces del recinto se anunció el éxito de la película de Walter Salles.

Así fue también en cientos de salas de cine y de teatro de todo el país, que organizaron fiestas de Carnaval con grandes pantallas en las fue transmitida la premiación de la Academia de Hollywood.

Más allá del Óscar, la mayor fiesta popular de Brasil seguirá durante los próximos días en las calles y en el Sambódromo, que la noche de clausura los desfiles de 2025 con varias de las más reconocidas escuelas de samba.

Pero, como ocurre desde hace décadas, la juerga no concluirá de Ceniza, cuando según cantaba el poeta Vinícius de Moraes llegaba a su fin la “felicidad” del Carnaval.

La fiesta en las calles seguirá durante días y ya tiene una cita garantizada en el Sambódromo carioca, que celebrará el tradicional ‘Desfile de las Campeonas’, con las mejores escuelas de samba de este año.

Foto del avatar

Leave a reply