Wolverine revive el peor momento de su vida
¡Atención SPOILERS de Marauders # 15 de Gerry Duggan, Benjamin Percy, Stefano Caselli, Edgar Delgado, Cory Petit y Tom Muller!
Wolverine ha sufrido el desafío más impactante, justo antes de que comenzara la pelea. Ya que piensa en acabar con la anfitriona Saturnyne, antes de que todo comience para que no haya víctimas. Pero sucede algo que lo evita.
Wolverine no sabe dónde está, pero el mundo está ardiendo a su alrededor y una voz en su cabeza le explica la situación en Marauders # 15. “Con Saturnyne muerto no hubo competencia … y no hubo defensa de los Arakkii en el Otro Mundo”, escucha Logan. Está atado de manos y pies a una gran cruz en forma de X. La voz se acerca detrás de él. “¿Y cuál es el destino final del hombre inmortal de Krakoa?” pregunta antes de hundir las propias garras de Wolverine en su torso. Sin embargo, las garras no descansan sobre las manos de Logan, ahora pertenecen a Saturnyne. Esta visión del futuro en la que Logan se encuentra crucificado es la que puede esperar si mata a Saturnyne en la cena.
Cuando Wolverine vuelve a la realidad, está más que molesto. Storm intenta hablar con él, pero él la rechaza, diciéndole que no es nada y que no sucedió de todos modos. Incluso cuando vuelve a la mesa, Logan está más irritado que de costumbre. No es solo el hecho de que tenía a alguien hurgando en su cabeza o que su plan fue frustrado. Más bien, esta visión también lo ha llevado de regreso a algún lugar con el que ya está familiarizado. No eran las ruinas de su mundo o las llamas lo que los había engullido, más bien, era donde Logan estaba situado para verlo arder.
Se repite el peor momento de su vida.
En Uncanny X-Men # 251 de 1989 de Chris Claremont, Marc Silvestri, Dan Green, Tom Orzechowski y Glynis Oliver, Wolverine se encontró por primera vez clavado en una cruz. A merced de Donald Pierce, el ex Rey Blanco del Hellfire Club, Logan estaba bajo el sol abrasador mientras Pierce y los Reavers lo golpeaban y maltrataban.
Lady Deathstrike, Prettyboy, Bonebreaker y Skullbuster, junto con una gran cantidad de otros soldados mejorados cibernéticamente, esperaban entre bastidores la oportunidad de atacar a Wolverine. El mutante pasaría suficiente tiempo en esa cruz para poder curarse de casi cualquier cosa que sus enemigos le infligieron, mientras que también era atormentado por viejos fantasmas de su pasado.
Aunque Wolverine escapó de esa situación, la brutal experiencia dejó algunas cicatrices graves debajo de la superficie. Júbilo finalmente rescató a Logan de sus captores, lo que los llevó formar uno de los lazos más estrechos en la historia de X-Men.